Con esta carrera hemos matado un poco el gusanillo de
competir que todos tenemos al inicio de temporada, cuando ya preparamos algún
objetivo pero que queda aún lejos. Aunque siendo sinceros no ha sido la primera
vez que me colgaba el dorsal en esta nueva temporada. De hecho el primer entreno
fue en sí una carrera, una solidaria en La Algaba de poco más de tres kilómetros. Y más
recientemente, y en ese mismo municipio, acompañé al amigo José Luis Olivares
en la nocturna, lo que me sirvió de entreno suave y regenerativo.
Pero ciñéndonos a la planificación mi primer objetivo es la Media Maratón Córdoba-Almodovar
del Río, que se disputa el último fin de semana de septiembre. Sin embargo
tenía ganas de competir, de medirme y sondeando varias carrera elegí la
nocturna de Villaverde del Río, tanto por cercanía como por ser una carrera que
no conocía, amén de otra razón que posteriormente desvelaré.
Llegamos al día de la prueba y voy con el amigo Havié Rosales,
gracias por el porte, haciendo muy ameno el camino de ida. Ya ahí ambos nos
percatamos de que pese a ser una carrera nocturna no iba a ser fresca la
temperatura. Su coche marcaba 33º a falta de algo más de una hora del inicio de
la prueba.
La salida era a las 21h y apuré al máximo para calentar,
nunca mejor dicho. De hecho troté suavemente 900 metros y decidí
parar y esperar dado que ya estaba rompiendo a sudar a caños. No era sólo la
temperatura, sino una altísima humedad. Así que opté por caminar para arriba y
para abajo para volver a trotar ya a escasos minutos de la salida.
Tenía dudas de cómo tomarme esta prueba de algo más de ocho
kilómetros. Obviamente salir a ritmo de 10mil a estas alturas de la temporada y
con el calor que hacía podía ser un suicidio, así que dado que la prueba tenía
dos vueltas, una primera más larga, opté por hacer esa primera al ritmo de
media maratón que estoy trabajando y en la segunda vuelta, la más corta, ver
las sensaciones y tirar un poco. Vamos a la carrera.
PRIMERA VUELTA.
Podríamos definir esta vuelta como: “atletas con muchos
pelos en… las piernas que salen a 3’30” para acabar con una media de 4’10”, por
ejemplo, o bien “…quiso comerse el mundo y se comió una esquina…” (Mártires del
compás dixit).
Cuando sales con calma, o a un ritmo exigente que sabes que
puedes mantener muchos kilómetros y no a tope, sueles ver escenas
estrambóticas, que quedan muy bien definidas por lo que he escrito en el
párrafo anterior.
Esta primera vuelta, en la que estuve muy constante en el
ritmo, se diferenciaba de la segunda y más corta, en que al inicio se pasaba
por el barrio más al norte de Villaverde del Río, lo que es destacable ya que
allí se encontraba la única rampa de la prueba. Algo dura pero corta, y como
está dentro del primer kilómetro pica poco. Inmediatamente se baja para volver
a la zona centro del pueblo donde todo es llanear, aunque con bastantes giros.
Hay mucha gente en la calle, está animada la prueba. Con el
ritmo crucero, sobre 3’55”, voy ya pasando a atletas con mucha facilidad, es
como un entrenamiento con gente. Reseñar que hay un tramo de adoquinado,
posteriormente y tras pasar un bonito arco, se pasa una zona de empedrado,
donde muchos buscaban la acera para ir más cómodos, y luego por último otro
tramo como de cemento brillante/pulido donde la zapatilla rechinaba a cada
zancada, para de nuevo volver al asfalto.
Los puntos kilómetricos están marcados con pintura en el
suelo y hay poca diferencia con el Garmin. Llevamos unos 4 kilómetros y pienso
que en breve vamos a pasar por primera vez por meta, evalúo sensaciones. Son
buenas, obviamente no voy riéndome, pero para nada agobiado. Así que tengo
claro que voy a tirar un poco.
Pasamos por meta y mi tirón se ve empujado e hipermotivado aún
más al ver a Samuel, Vero y Greta. No iban a venir pero allí estaban. ¡Qué
sorpresa! Menudo subidón al ver que tu peque te reconoce y te mira con cara de
emoción a la par que con cierta incredulidad.
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Con carita de ir cantando un fandango de Huelva. |
SEGUNDA VUELTA.
No sabía que ritmo iba a sacar en esta segunda vuelta,
simplemente abrí algo la zancada y busqué un punto más. Más velocidad pero sin
pasarme, que tuviese la certeza de que podría llegar a meta sin morir.
Ni que decir tiene que seguía pasando a atletas, ahora muchos más
desperdigados. Veo que llevo un ritmo de 10mil, incluso algún segundo más
rápido, y no me encuentro mal aunque sí ya más achuchado. Además me surge un leve
dolor lumbar, quizás por el adoquinado. Volvemos a pasar por el arco, punto de
avituallamiento, donde tomo agua para simplemente quitarme la sequedad de la
boca. Y a lo lejos tengo un grupo de unos 5 atletas, me centro en ellos para
motivarme, pero les voy cazando muy poco a poco. Cuando estoy más cerca creo
ver a Leo, sí es él…¿Ah? ¿Qué no os había hablado de Leo?
LUTA ALFACINHA.
El amigo Leo es una de estas personas que conoces primero
por un blog, luego os veis en una carrera y poco más. Así de fácil puede nacer
una amistad. Nos vemos muy de vez en cuando, siempre entre dorsales y
zapatillas, pero estamos en la misma onda.
El caso es que la última vez que nos vimos fue en la carrera
de San Juan de Aznalfarache de 2012. Allí tuve el placer de conocer además a su
novia, Fani, que es portuguesa, y se quedó sorprendida de que yo llevase la
camiseta, “tuneada”, del Sporting de Portugal (Lisboa). Hasta aquí todo normal,
pero hete aquí que meses más tarde, en una entrada del blog de Leo, veo que
él luce una camiseta del Benfica. ¡¿Cómo?! Su chica es benfiquista y le hizo ese presente. El duelo lisboeta estaba servido, siempre desde el chachondeo y el buen rollo.
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Depois da luta. Ganhou a amizade e o amor pelo atletismo |
Así que viendo que había una carrera en el pueblo de Leo,
que mejor sitio para escenificar nuestro particular derby. ¿Volvemos a la
carrera?
DESENLACE LOCAL.
Me voy acercando muy poco a poco al grupo y a falta de algo más de un kilómetro para el final les alcanzo. Metros antes dudaba si quedarme con
Leo y llegar a meta juntos o bien pasarle y meterle un gol por la escuadra :D .
Decido simplemente seguir con mi ritmo. Paso junto a él y nos animamos
mutuamente.
Veo que un atleta que va con él se me pega cual lapa, miro
de reojo y leo algo en su camiseta de Villaverde, intuyo que es local y que
está luchando con Leo, que nos sigue con esfuerzo. En ese momento me abro
ligeramente a la derecha y contemporizo un poco para que el otro atleta no
chupe rueda y se empareje a mí. Además le hago un gesto por lo bajini a Leo para
que se ponga en medio de los dos y nos siga. Le animo.
Esta situación no duraría mucho, el otro atleta se viene
algo abajo, Leo se une a mí y nos vamos codo con codo. Me confirma, con voz
entrecortada, que están luchando por ser el podium local, así que me quedo con
él. Voy tirando, a la par que vigilando al de detrás, que sigue ahí y no ceja
en su empeño. Estamos muy cerca de la meta, animo a Leo y le digo que no nos
coge, que nos quedan 200
metros. Un par de curvas, línea de meta y Leo cambia, yo
le voy a la zaga. Paso de adelantarle, es su momento.
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Recta final. |
En lo atlético muy contento con el rendimiento. Las
sensaciones muy buenas. El ritmo de la primera vuelta tengo la sensación de
poderlo llevar durante mucho tiempo. Y en la segunda vuelta, ya con la tralla
de la primera encima, me sorprendió la facilidad con la que cambié el ritmo,
que lo pudiese mantener y además creo que lo podría haber aguantado un par de
kilómetros más. Esto es buenísimo a estas alturas de la temporada y me ha
reforzado psicológicamente para los entrenos que quedan aún para la media maratón
que tengo en mente.
En lo personal una satisfacción enorme poder ayudar a Leo en
su objetivo. Se esforzó increíblemente ese rato que estuvimos juntos, luchando
como un jabato. ¡Grande Leo!
Algunos datos más, 20 de la general y 14 senior maculino. Unos buenos guarismos, aunque la carrera sólo rozó los 200 participantes ya en meta. Una media de 3'49" para 8.200m.
Por último agradecer a Fani las fotos tiradas durante la carrera. Muito obrigado, até breve.