martes, 24 de septiembre de 2013

Groningen calling ten years later!

Ten years ago I lived one of the best experiences that a student can live, be an Erasmus one. Going abroad, to Groningen (The Netherlands), going out of home, live on your own for the first time, with a different way of life around…all this facts hit your life and your approaches, but finally they get stronger. Knowing a new culture, not just for a few days as in a tourist trip but for a long time, is something that everybody should live, so that we will be able to compare, opening our minds and growing up. 

They were only five months; however they marked your whole life. Great and unforgettable experiences, as well as friendships that grew rapidly and they still continue.

So, to celebrate this anniversary, from the last days of September’13 until the first days of February’14, I will wear some clothes which evoke that experience: the t-shirt that I wore for the 4 Mijl van Groningen that Ger Ettes gave me, or the Groningen Atletiek clothes, or the KPN company running-shirt that Jos Richie gave me away, as well as other clothes which will recall these marvellous months. 

(Obrigado Rafinha)

¡Groningen llama diez años después!


Diez años diez han pasado de una de las mejores experiencias que creo un estudiante puede vivir, ser Erasmus. Irte al extranjero, en este caso a Groningen (Holanda), salir de tu casa, vivir solo, en una cultura ajena... son un conjunto de factores que dan un golpe duro a tu vida y a tus planteamientos pero que finalmente los enriquecen y refuerzan. Conocer una cultura distinta a la tuya, no en un viajito turístico de una semana sino empapándote bien, es algo que todos deberíamos vivir para poder comparar, desengañarnos de algunas cosas y sobretodo crecer.

Fueron poco más de cinco meses, pero te marcan para toda la vida. Grandes e inolvidables vivencias y amistades forjadas rápidamente pero que a día de hoy pese a la distancia, física y temporal, perduran. 

Es por eso que para conmemorar este aniversario, desde finales de septiembre’13 hasta principios del mes de febrero’14, cada vez que me ponga el dorsal llevaré prendas que me recuerden aquella experiencia: la camiseta con la que corrí las 4 Mijl van Groningen, la equipación del Groningen Atletiek, la camiseta  del equipo de atletismo de la empresa holandesa KPN donde trabaja uno de mis amigos y que él me regaló, amén de otras prendas que me evocarán aquellos maravillosos meses.


Por si alguno conociese el blog desde hace poco, le pongo en antecedentes con un poco de "historia antigua":


 

lunes, 16 de septiembre de 2013

III Carrera Nocturna Villaverde del Río



Con esta carrera hemos matado un poco el gusanillo de competir que todos tenemos al inicio de temporada, cuando ya preparamos algún objetivo pero que queda aún lejos. Aunque siendo sinceros no ha sido la primera vez que me colgaba el dorsal en esta nueva temporada. De hecho el primer entreno fue en sí una carrera, una solidaria en La Algaba de poco más de tres kilómetros. Y más recientemente, y en ese mismo municipio, acompañé al amigo José Luis Olivares en la nocturna, lo que me sirvió de entreno suave y regenerativo. 


Pero ciñéndonos a la planificación mi primer objetivo es la Media Maratón Córdoba-Almodovar del Río, que se disputa el último fin de semana de septiembre. Sin embargo tenía ganas de competir, de medirme y sondeando varias carrera elegí la nocturna de Villaverde del Río, tanto por cercanía como por ser una carrera que no conocía, amén de otra razón que posteriormente desvelaré.

Llegamos al día de la prueba y voy con el amigo Havié Rosales, gracias por el porte, haciendo muy ameno el camino de ida. Ya ahí ambos nos percatamos de que pese a ser una carrera nocturna no iba a ser fresca la temperatura. Su coche marcaba 33º a falta de algo más de una hora del inicio de la prueba.

La salida era a las 21h y apuré al máximo para calentar, nunca mejor dicho. De hecho troté suavemente 900 metros y decidí parar y esperar dado que ya estaba rompiendo a sudar a caños. No era sólo la temperatura, sino una altísima humedad. Así que opté por caminar para arriba y para abajo para volver a trotar ya a escasos minutos de la salida.

Tenía dudas de cómo tomarme esta prueba de algo más de ocho kilómetros. Obviamente salir a ritmo de 10mil a estas alturas de la temporada y con el calor que hacía podía ser un suicidio, así que dado que la prueba tenía dos vueltas, una primera más larga, opté por hacer esa primera al ritmo de media maratón que estoy trabajando y en la segunda vuelta, la más corta, ver las sensaciones y tirar un poco. Vamos a la carrera.

PRIMERA VUELTA.
Podríamos definir esta vuelta como: “atletas con muchos pelos en… las piernas que salen a 3’30” para acabar con una media de 4’10”, por ejemplo, o bien “…quiso comerse el mundo y se comió una esquina…” (Mártires del compás dixit).

Cuando sales con calma, o a un ritmo exigente que sabes que puedes mantener muchos kilómetros y no a tope, sueles ver escenas estrambóticas, que quedan muy bien definidas por lo que he escrito en el párrafo anterior.

Esta primera vuelta, en la que estuve muy constante en el ritmo, se diferenciaba de la segunda y más corta, en que al inicio se pasaba por el barrio más al norte de Villaverde del Río, lo que es destacable ya que allí se encontraba la única rampa de la prueba. Algo dura pero corta, y como está dentro del primer kilómetro pica poco. Inmediatamente se baja para volver a la zona centro del pueblo donde todo es llanear, aunque con bastantes giros.

Hay mucha gente en la calle, está animada la prueba. Con el ritmo crucero, sobre 3’55”, voy ya pasando a atletas con mucha facilidad, es como un entrenamiento con gente. Reseñar que hay un tramo de adoquinado, posteriormente y tras pasar un bonito arco, se pasa una zona de empedrado, donde muchos buscaban la acera para ir más cómodos, y luego por último otro tramo como de cemento brillante/pulido donde la zapatilla rechinaba a cada zancada, para de nuevo volver al asfalto.

Los puntos kilómetricos están marcados con pintura en el suelo y hay poca diferencia con el Garmin. Llevamos unos 4 kilómetros y pienso que en breve vamos a pasar por primera vez por meta, evalúo sensaciones. Son buenas, obviamente no voy riéndome, pero para nada agobiado. Así que tengo claro que voy a tirar un poco.

Pasamos por meta y mi tirón se ve empujado e hipermotivado aún más al ver a Samuel, Vero y Greta. No iban a venir pero allí estaban. ¡Qué sorpresa! Menudo subidón al ver que tu peque te reconoce y te mira con cara de emoción a la par que con cierta incredulidad.

Con carita de ir cantando un fandango de Huelva.

SEGUNDA VUELTA.
No sabía que ritmo iba a sacar en esta segunda vuelta, simplemente abrí algo la zancada y busqué un punto más. Más velocidad pero sin pasarme, que tuviese la certeza de que podría llegar a meta sin morir.

Ni que decir tiene que seguía pasando a atletas, ahora muchos más desperdigados. Veo que llevo un ritmo de 10mil, incluso algún segundo más rápido, y no me encuentro mal aunque sí ya más achuchado. Además me surge un leve dolor lumbar, quizás por el adoquinado. Volvemos a pasar por el arco, punto de avituallamiento, donde tomo agua para simplemente quitarme la sequedad de la boca. Y a lo lejos tengo un grupo de unos 5 atletas, me centro en ellos para motivarme, pero les voy cazando muy poco a poco. Cuando estoy más cerca creo ver a Leo, sí es él…¿Ah? ¿Qué no os había hablado de Leo?

LUTA ALFACINHA.
El amigo Leo es una de estas personas que conoces primero por un blog, luego os veis en una carrera y poco más. Así de fácil puede nacer una amistad. Nos vemos muy de vez en cuando, siempre entre dorsales y zapatillas, pero estamos en la misma onda.

El caso es que la última vez que nos vimos fue en la carrera de San Juan de Aznalfarache de 2012. Allí tuve el placer de conocer además a su novia, Fani, que es portuguesa, y se quedó sorprendida de que yo llevase la camiseta, “tuneada”, del Sporting de Portugal (Lisboa). Hasta aquí todo normal, pero hete aquí que meses más tarde, en una entrada del blog de Leo, veo que él luce una camiseta del Benfica. ¡¿Cómo?! Su chica es benfiquista y le hizo ese presente. El duelo lisboeta estaba servido, siempre desde el chachondeo y el buen rollo.

Depois da luta. Ganhou a amizade e o amor pelo atletismo
Así que viendo que había una carrera en el pueblo de Leo, que mejor sitio para escenificar nuestro particular derby. ¿Volvemos a la carrera?

DESENLACE LOCAL.
Me voy acercando muy poco a poco al grupo y a falta de algo más de un kilómetro para el final les alcanzo. Metros antes dudaba si quedarme con Leo y llegar a meta juntos o bien pasarle y meterle un gol por la escuadra :D . Decido simplemente seguir con mi ritmo. Paso junto a él y nos animamos mutuamente.

Veo que un atleta que va con él se me pega cual lapa, miro de reojo y leo algo en su camiseta de Villaverde, intuyo que es local y que está luchando con Leo, que nos sigue con esfuerzo. En ese momento me abro ligeramente a la derecha y contemporizo un poco para que el otro atleta no chupe rueda y se empareje a mí. Además le hago un gesto por lo bajini a Leo para que se ponga en medio de los dos y nos siga. Le animo.

Esta situación no duraría mucho, el otro atleta se viene algo abajo, Leo se une a mí y nos vamos codo con codo. Me confirma, con voz entrecortada, que están luchando por ser el podium local, así que me quedo con él. Voy tirando, a la par que vigilando al de detrás, que sigue ahí y no ceja en su empeño. Estamos muy cerca de la meta, animo a Leo y le digo que no nos coge, que nos quedan 200 metros. Un par de curvas, línea de meta y Leo cambia, yo le voy a la zaga. Paso de adelantarle, es su momento.

Recta final.

En lo atlético muy contento con el rendimiento. Las sensaciones muy buenas. El ritmo de la primera vuelta tengo la sensación de poderlo llevar durante mucho tiempo. Y en la segunda vuelta, ya con la tralla de la primera encima, me sorprendió la facilidad con la que cambié el ritmo, que lo pudiese mantener y además creo que lo podría haber aguantado un par de kilómetros más. Esto es buenísimo a estas alturas de la temporada y me ha reforzado psicológicamente para los entrenos que quedan aún para la media maratón que tengo en mente.

En lo personal una satisfacción enorme poder ayudar a Leo en su objetivo. Se esforzó increíblemente ese rato que estuvimos juntos, luchando como un jabato. ¡Grande Leo!

Algunos datos más, 20 de la general y 14 senior maculino. Unos buenos guarismos, aunque la carrera sólo rozó los 200 participantes ya en meta. Una media de 3'49" para 8.200m.

Aquí os dejo el enlace del Garmin: http://connect.garmin.com/activitb

Por último agradecer a Fani las fotos tiradas durante la carrera. Muito obrigado, até breve.

lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Por qué corremos?


Bien, es algo que generalmente se pregunta la gente que está a nuestro alrededor, familia, amigos, vecinos o esos que nos ven correr bajo el aguacero tan panchos. Difícil respuesta, se podría decir que nos gusta, simplemente.

Sin embargo el otro día encontré una posible respuesta. Y no es una respuesta que se pueda explayar en cuatro líneas, no tanto por la dificultad de hacerlo, sino porque fue más una sensación, un sentimiento que me arrastraba.

Bien, me explico. El pasado jueves ayudé en la mudanza y acondicionamiento de la nueva casa de uno de mis tíos que se muda a San Nicolás del puerto, en plena Sierra Norte, un paraíso. Nada más llegar a la cancela de su casa y comenzar a descargar bártulos veo que su calle se convierte en una angosta carretera, vieja, llena de baches que se adentraba en la rivera, paralela a la “famosa” playa de San Nicolás.

Minutos después le pregunto a mi tío que a dónde va esa carretera. –No lo sé, - me responde-, pregúntale a Tomás que conoce algo el pueblo. Lo dejo pasar, sigo con mis cosas, colocando una cosa allí, otra aquí.

Nos ponemos a poner una red en la cancela exterior para evitar que entre en el patio la basurilla empujada por el viento. Y yo no hacía más que mirar para el carril y aprovechando que estaba haciendo esta tarea con Tomás, un amigo de mi tío, le pregunto. Tampoco lo sabía, vaya chasco.



Parón para almorzar y tras terminar, ya que no tomo café, salgo a la rivera y me digo voy a estirar las piernas. Casi una hora me tiré “perdido”,  primero por la carretera que llevaba hasta la Ermita de San Diego, que no pude ver ya que había una reja que impedía el paso y rezaba “Propiedad de San Diego”. No sabía yo que los santos tenían propiedades terrenales, ¿pagará IBI?. Al llegar hasta allí y dado que aún tenía ganas fui por diversos senderos, ya de tierra. Ni que decir tiene que no me encontré a nadie, paz absoluta.

Huelga comentar que durante esta excursión tenía unas ganas de correr inmensas pero además de estar en mi día de descanso atlético, sí los corredores también solemos ser disciplinados llegando a ser cuadriculados, no llevaba ropa de recambio para cambiarme a posteriori, si no…Bueno, vale, hice un leve trotecillo cuesta abajo, pero es que se me iban los pies, la inclinación, el aire en la espalda, ¿estarían preocupados por mí?...

No sé si habré aclarado algo, o por el contrario se habrá producido el efecto contrario, es decir una mayor incompresión.