sábado, 12 de noviembre de 2011

1ª Jornada de Cross en Villamanrique de la Condesa

Hoy “debut” en cross, en la 1ª Jornada del Circuito Provincial de campo a través. No creo que haya sido el estreno esperado, pero tampoco debo quejarme en exceso, ya que hubo fases en la que disfruté de la prueba y sobretodo de la cantidad de amigos que pude saludar.

La ilusión con la que os comentaba en la entrada anterior que volvía a meterme en una prueba de cross, aprovechando un buen estado de forma, se diluyó el miércoles por la tarde. Mi padre tuvo que ser hospitalizado por un tema cardiológico. Afortunadamente sólo fue un susto, pero entre una cosa y otra pues dormí poco y mal durante dos noches, además del trajín que conllevan las urgencias de un hospital... Vamos que aunque el viernes ya se hubo resuelto todo, tenía pocas ganas de correr, tanto física como moralmente. Pero bueno, me colgué el dorsal.

Centrémonos en la prueba. Sé que soy de calentar poco, pero en esta ocasión fue excesivo. Llegué tarde, no encontraba al que me había recogido el dorsal...No creo que trotase más de 4 minutos, eso sí con Greta que estaba descocada, ni estiré, y a la salida que daban el tiro.

Con estas premisas me coloqué en la zona intermedia del pelotón. Pese a ello el ritmo roza el 3'50” y ya voy siguiendo con la vista un grupo de atletas a los que gané en Brenes. Los primeros metros no son fáciles, esto es un cross, el terreno es irregular, cada zancada es distinta. A ello hay que unir los obstáculos (troncos, montículos, charca), y algunos zigzagueos ratoneros. No supe ver que un 3'50” aquí no es lo mismo que en el asfalto, así que ya de entrada el esfuerzo fue alto.

Había que completar un total de 4 vueltas. En la segunda, a los pocos metros de superar un tronco, me tuerzo el tobillo izquierdo. Sigo corriendo, cojeando levemente, pero no parece que haya molestias. A estas alturas voy siguiendo los pasos de dos atletas, uno de ellos con una cinta blanca en la cabeza (era Leonardo...media carrera detrás de tí y no lo sabía).

Este primer contratiempo me hace perder el hilo de la carrera levemente, pero sigo manteniendo la distancia visual con el grupeto. En la tercera vuelta y tras el mismo obstáculo, en esta ocasión me tuerzo el tobillo derecho. Dos chicos que estaban en esa zona, como espectadores, comentaron: ¡Mira, otro! No sé si se referían a mí y a la torcedura. El caso es que esta vez sí que duele, cojeo bastante. Dudo si parar e ir a por hielo o algo a los servicios médicos o continuar. Bajo ostensiblemente el ritmo para evaluar las molestias. Queda poco más de una vuelta, y decido seguir, subiendo poco a poco el ritmo al ver que la molestia no iba a más. Cruzando finalmente la meta en 27m49s para una distancia de 6.890m según mi Garmin: Datos: http://connect.garmin.com/activity/128094232

Sin duda lo de los tobillos fue un contratiempo, y lo de no calentar casi y salir, creo, muy rápido fue un error, pero pese a todo ello no creo que pudiese haber hecho una marca mucho mejor. Terminé fundido físicamente, probablemente por el trajín hospitalario y con la cabeza más pa'llá que pa'cá. De ello me di cuenta cuando al sentarme en el coche sentí como si el cuerpo se desplomase y me dijese, cierra los ojos aquí mismo y a dormir.

Bueno, no creo que haya que sacar muchas más conclusiones de hoy. Simplemente aprender de los errores y de la experiencia en esta nueva superficie...yo que soy tan constante y regular en los ritmos, con tanto tronco, giro, charca y montículo me sentí incomodo...Pero nadie dijo que fuese fácil.

¡Un placer coincidir con tanto amiguetes!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Debut en cross?

Pues depende, un poco de sí y un poco de no. Y para explicarme me debo retrotraerme algo en el tiempo, así que prepararos para una batallita del agüelo...”dices tú de mili...”

Mis primeras experiencias “pseudo-cross” fueron cuando traté de clasificarme para el Campeonato Universitario Andaluz de Cross. La primera fase era clasificarse para formar parte del equipo universitario de Sevilla, y hasta ahí llegó mi aventura. En mi primera intentona fui 8º y se clasificaban cuatro si no me equivoco. Recuerdo que aquél se disputó en el Parque Miraflores, así que de cross poquita cosa.

En el segundo intento me fue peor, ya que me presenté con catarro de aupa y no podía respirar. Ya salí derrotado desde el inicio. No recuerdo ni puesto ni nada, simplemente me llevé escupiendo media carrera. En esta ocasión corrimos por la parte de atrás de las pistas de Cartuja, un auténtico secarral. Así que de cross poco (again).

Con estos precedentes se podría decir que efectivamente este sábado voy a debutar en la 1ª Jornada del Campeonato Provincial (de Sevilla) de Cross en Villamanrique de la Condesa. Pero se me ha olvidado narraros la que sí fue una experiencia en cross total.

Sería final de 2003 o inicio de 2004 en la localidad de Norg, en la provincia de Groninga al norte de Holanda. Allí andaba yo de Erasmus, como ya conté, y renuncié a una excursión a Bremen con más estudiantes por ir a dicho cross y comprarme unas zapas de clavos. Realmente fueron necesarias y de ello me di cuenta al final, cuando pasé a uno que nos la llevaba en un repechón y sin despeinarme lo más mínimo, vaya diferencia de agarre.

Disfruté como un enano en dicho cross, me divertí mucho y aunque el escenario será distinto al que me encontraré este sábado, me presentaré allí con la ilusión de un novato y con la intención de pasarmelo muy bien.

Por cierto la foto que he publicado es real del cross de Norg, de la edición 2009, y el que sale en segunda posición, tras la chica, es Ger Ettes mi “manager” en mi época Erasmus, como ya conté hace algunas fechas.



jueves, 3 de noviembre de 2011

XXVI Carrera Popular Brenes

Me presentaba en Brenes tras el fiasco de Faro. Aunque sé que el objetivo, la marca, la tengo en las piernas, llevaba mucho tiempo pensando en esa media maratón, quizás demasiado, y cuando no pude saborear las mieles del triunfo me vine un poco abajo.

Pero lo único que te puede sacar de ese “bajón”, es mirar adelante en busca de un nuevo objetivo. No dejé pasar mucho tiempo. Quizás podía haber alargado y buscar otra media, sin duda una gran opción, pero quería motivar la cabeza con otra cosa. Miré un poco el calendario de carreras por la provincia y vi Brenes: casi 10K, llana y además nunca había corrido allí. La marqué con una cruz.

Lo mejor ha sido la preparación, sólo tres semanas, pero he disfrutado muchísimo. Con el fondo ganado con la preparación de la media primaba ahora ganar velocidad. Muchas series, desde 400m a 3.000m, dónde me he sentido a gusto y satisfecho tras cada entreno.

Con dichas credenciales me presento en Brenes. En la mente el objetivo razonable de hacer la carrera entre 3'45” y 3'50”, en el corazón rascar algún segundo más. No os voy a marear más dejando la marca para el final, una media de 3'46” para 9.600m según mi Garmin: DATOS.

Contento, muy contento. Eso hoy, porque en las horas posteriores estuve dándole vuelta a diversos factores que me hicieron perder esos segundos que el corazón me decía que podría ganar.

Empecemos con los motivos ajenos a mí. En primer lugar siempre uno cuando va a una carrera nueva juega con el desafío de no conocer el terreno, mirad Faro, pero ya me había informado de que había tramos de adoquinado, pero no sabía que tantos. Al tener que dar dos vuelta, la primera más corta, dichos tramos se duplicaban y se hicieron notar en los gemelos, que casi se me suben al llegar a meta. En segundo lugar hubo multitud de curvas de 90º que te hacían no llevar el ritmo constante. Pero bueno, éste es un mal menor, poco relevante.

En cualquier caso los factores que más afectaron al devenir de la prueba fueron “mea culpa”. El primero y fundamental fue el no conseguir una buena posición de salida. Creo que estaba en sexta fila, y pensé que como era una carrera con mucho galgo, había dinero, pues no era una mala posición. Sin embargo al dar el tiro la salida fue lentísima, parecía que en vez de salir en sexta fila hubiese salido en la veinte. Los primeros metros fueron caminando, iniciando el trote y parando. Ahí ya me di cuenta que la había cagado y empecé a zigzaguear en busca de espacios libres por donde correr.

La cosa no mejoró hasta pasados 1.500m, ya que aunque salimos a una avenida más amplia que la de la salida, a posteriori volvíamos a callejear y entre las curvas y la estrechez se formaban embudos. Sin embargo los parciales del K1 y K2 no fueron malos, pero el esfuerzo para sacarlos fue alto y creo que lo pagué al final. De hecho cuando ya había espacio para establecer mi ritmo y me dije “ahora tranquilo y a tu paso”, pues bajé algún segundo los parciales dándome la sensación de que iba más tranquilo. Estaba claro, había quemado demasiadas energías en esa salida.

Desde ese momento ya impuse mi ritmo, todo pareció fluir, cazando atletas constantemente, alguna ventaja tendría salir algo atrás. Me veía fuerte, y el ritmo lo corroboraba, me sentía capaz de llegar hasta el final a ese paso.

Sobre el K7 ya se encendió la lucecita de toca sufrir, ya no iba tan alegre de patas pero no muerto. Aquí llego el otro factor que me descentró y cabreó sobremanera. Ya a esa altura pasaba atletas a cuenta gotas y yo seguía sólo y a mi bola, llevaba delante un grupo 5 atletas que me servían de referencia. Todo el grupo recortaba en las curvas. Uno de ellos se descolgó, un veterano, y cada vez lo tenía más cerca. Venía una sucesión de curvas como las que comenté más arriba y lo poquito que le recuperaba, él lo compensaba con sus cortes de camino en cada esquina. Una vez lo superé vino una curva en S y él tomó las de villadiego creándose un atajo del copón. Aquí ya reventé y le espeté: ¡Qué por ahí no es! ¡Es por aquí! Señalándole el asfalto. Él me hizo el gesto de “déjame en paz” y me dice: tú tira por donde quieras. Yo seguía en mis trece: ¡Estás cortando y eso es trampa! ¡Tramposo, tramposo! El repitió el discurso, se nota que está acostumbrado a enunciarlo. Este cabreo se convirtió en indignación cuando momentos más tarde el susodicho era aplaudido al subir al podio como segundo veterano B. Creo que ya he dado suficientes pistas para que el que quiera identificar al antideportivo y poco ético individuo lo haga, además tiene un nombre peculiar, nada común.

Bueno, que me lío. Está claro que este enganchón me pasó factura. Si ya me comenzaba a sentir fatigado el hecho de perder el ritmo de la respiración, la subida de pulsaciones y la obvia desconcentración se plasmó en el K9, el peor de la prueba, que salió en 3'52”. Buenos segundos perdí ahí, sin duda también debido al gasto excesivo de energías en la salida.

Sin embargo al pasarme un atleta, el primero que lo hacía en toda la prueba, me espabilé, la meta estaba cerca, y apreté, simplemente abrí zancada y subí el ritmo lo que pude, no había cambio, no había sprint, de hecho me pasaron dos más, pero yo sólo miraba al arco de meta, fijo en él. Tanto es así que aunque llevaba el chupete en el bolsillo de la calzona no me acordé de sacarlo.

Ahora en frío ya no estoy contento, sino muy feliz por las sensaciones que, durante y tras la prueba, la carrera me ha reportado. Me he visto a gusto a ritmo rápido, he vuelto a verme cerca de atletas conocidos de antaño y lo mejor es que empiezo a creer que puedo a llegar a mi nivel del 2006, cuando lo dejé. Y todo ello casi sin querer. No quiero que suene a fanfarronería, ya que me estoy esforzando siguiendo un plan y entrenando duro, pero creo que estoy llegando con un mayor disfrute y con una menor exigencia física que antes. Aún queda un buen escalón hasta llegar donde estaba y sé que recortar segundos es cada vez más complicado, pero definitivamente esta carrera me ha hecho renacer.

Buena parte de la culpa de este resurgir es del Sr. Culebra, tras ese nickname se esconde en el foro de El Atleta. Gracias a su asesoramiento y consejo yo, y muchos otros, estamos alcanzando cotas a las que no esperábamos llegar o no al menos de una manera tan temprana. Es por ello que dedico este resultado a él, y espero brindarle alguna otra rascada más pronto que tarde.

No quiero finalizar la crónica sin recordar a los que me encontré en la carrera: de Strands Cultoalcuerpo, encantado de conocerte, Tipi y Meca. Además tuve el placer de volver a saludar a Leonardo Lora Garre, al que no veía desde Carmona, donde también salí bien parado. Tío me traes suerte.

Saludos.