viernes, 29 de abril de 2011

The hardest button to button

Esta entrada es simplemente para contaros que hoy ha sido un día importante. Con los objetivos de la temporada colmados, bajar de 1h30m en media maratón y de 40m en un 10.000m, pues el año atlético se me había quedado algo corto. Por eso fui a Esquivel, para vivir una prueba diferente, por el campo.

Tras dicha carrera no sabía muy bien hacia donde dirigir mis esfuerzos y sopesando un poco la temporada donde más agusto me había sentido era corriendo y entrenando las medias de maratones de Córdoba primero y Ayamonte después.

Me puse a buscar un poco en el calendario y primero encontré fue Media Maratón Vía Verde Olvera-Coripe. Una cita atractiva, por parajas naturales, corriendo por tierra, con un perfil favorable. Contras: había que pagar 10€ y el madrugón era considerable, porque pese a que la prueba comenzaba a las 10:30h, pero habría que estar en Coripe (la meta) a las 8:30h y desde ahí te trasladan a Olvera (la salida). Así que habría que salir de Sevilla como muy tarde, tardísimo, a las 7h de la mañana.

Cuando casi estaba decidido se cruzó por el camino la Media Maratón “Corredor Verde” de Isla Mayor. Por lo poco que entendí era una prueba que se disputaba por el “Corredor Verde” del Guadiamar, paraje recuperado tras las vertidos tóxicos. Costaba 3€, es en el municipio sevillano de Isla Mayor, zona arrocera luego la carrera es llana. Quizás el punto en contra es que la prueba comienza a las 11h, algo tarde si hace calor.

Como habréis ya intuido opté por la segunda opción, ya estoy inscrito. A posteriori me he enterado que la prueba es por asfalto, aunque recorre las zonas anteriormente descritas, ésto ha sido un pequeño chasco.

Total, que a una carreraa teóricamente ideal para hacer marca se puede unir el hecho de que durante la preparación de dicha media, con un planning algo express de apenas 4 semanas , me he encontrado muy bien, asimilando los entrenos, disfrutándolos y obteniendo unos resultados muy positivos, lo que me hace sentir optimista de cara a, no sólo bajar mi marca de Ayamonte, sino a hacer algo grande. Aunque por otro lado tampoco me quiero hacer excesivas ilusiones y presionarme a hacer una gran marca, ya que ahora se trata, más que nunca, de disfrutar.

Hoy, viernes, ha sido el último día en la preparación “fuerte”, terminando con un rodaje de 18K, el más duro, divididos en 4K+14K a ritmo. Cansado, lógico era la semana de mayor carga, pero superando el entreno y con satisfacción. Digamos que hoy he pulsado el botón más difícil de pulsar, the hardest button to button.


Ahora restan entrenos más suaves hasta el finde que viene, donde el objetivo es llegar descansado, pero sin perder chispa de cara a la carrera. El trabajo ya está hecho.


A seguir bien.



lunes, 18 de abril de 2011

Cinco en seis días

Ayer, ojeando los entrenos de la semana pasada, me percaté de un peculiar detalle. Incluyendo la carrera de Esquivel, domingo 10 de abril, y contando hasta el día 16 del mismo mes, el pasado sábado, salí a correr 6 días en los que usé 5 zapatillas distintas.
No quiero hacer ostentación de ello, ni mucho menos, de hecho 2 de ellas están “muertas”, y una en la puerta del hospital, pero sí quería resaltar lo importante que es tener más de una zapatilla y si es posible de marcas distintas.

Para ello me baso en las palabras de buenos profesionales (podólogos y fisoterapeutas), además de en la experiencias de muchos atletas, entre los que me incluyo. Obviamente si somos una persona que sale a entrenar 2-3 veces por semana, pues es obvio que con un par de zapatillas, adecuadas, iríamos sobrados. Pero si somos un poco más exigentes, con 5-6 entrenamientos semanales y además haciendo series, cuestas, ritmos, salidas por el campo...pues sería conveniente tener al menos dos pares.

No voy a entrar en tipo de pisadas, pesos, objetivos, ritmos, porque sería un no acabar, pero voy a tratar de simplificar al máximo. Si sólo nos gusta salir a rodar “largo y tendido”, sería apropiado tener un par de zapatillas de entrenamiento para ir alternándolas. La amortiguación también sufre fatiga y de un día para otro no se recuperan al 100%, es raro por tanto que yo repita zapatilla dos días seguidos. Ésto repercutirá en nuestro confort y en minimizar el riesgo de lesión.

Si damos una vuelta de tuerca más y añadimos series, rodajes a ritmos vivo, todo con el objeto de competir, como mínimo tendría una zapatilla de entreno para los rodajes “normales” y unas zapatillas mixtas o de entreno “ligeras” que sería conveniente usar en competiciones, series y rodajes de calidad (fartlek, cambios de ritmos, rodajes controlados, progresivos), es decir días en los que le metemos algo de alegría al cuerpo.

Y como se decía en el UnDosTres, hasta aquí puedo leer. Se podría bajar un peldaño más y comprarse unas zapatillas exclusivamente para usar en competición, las denominadas “voladoras”. Yo nunca he tenido unas, creo que van dirigidas a personas que vayan rápido, muy rápido, con un peso bajo, por debajo de 65Kg. Igualmente, y esto es muy subjetivo, opino que el beneficio que te pueden aportar este tipo de zapatillas, en lo que ahorro en tiempo se refiere, no compensa el mayor riesgo de lesión (menos amortiguación = menos protección) y obviamente su coste/km es alto.

También os aconsejo no agotar una zapatilla al máximo y de golpe comenzar a usar las nuevas. Debe existir un periodo de transición, en el qué, intercalando las zapatillas nuevas y las antiguas, el cuerpo se adapte progresivamente al nuevo producto. En el mismo sentido antes de salir a correr con las nuevas, usarlas para caminar unos días, os la ponéis en casa... Todo ello va dirigido a que el cuerpo conozca a la zapatilla nueva. Suena raro, pero va en serio. Usar una zapatilla nueva de forma intensiva puede provocar lesiones, lo digo por propia experiencia.

El segundo punto al que quería hacer mención es al de usar distintas marcas. Todos tenemos una marca favorita, una que nos va mejor que otras, en mi caso es Saucony. Pero también he tenido Adidas, Puma, Mizuno, Joma, New Balance, Diadora y ahora Brooks. Unas mejores, otras peores, pero todas válidas. Aunque siempre tengamos en nuestro arsenal una de nuestra marca favorita, es bueno variar. Esto hace que el cuerpo, la musculatura, se adapte a otro tipo de amortiguación, a otros tipos de control antipronación (si lo necesitáis) ganando así versatilidad y capacidad de adptación... En el mismo sentido es bueno correr en sitios distintos: alberto, asfalto, acerado, carriles rurales... Obviamente, en la mayoría de los casos, entrenamos donde mejor nos viene, por tiempo y/o cercanía, pero tratad de cambiar de vez en cuando, que os despejará cuerpo y mente.

Antes de finalizar quería reiterar que estos párrafos simplemente muestran unas pinceladas muy muy generales. Para entrar en profundidad hay que analizar caso a caso: a dos atletas similares puede que no le vayan bien las mismas zapatillas. Así que antes de comprar unas zapatillas debéis conoceros vosotros mismo, indispensable visitar a un buen podólog@, que os podrá decir cual es vuestra pisada y orientaros en la compra en función de vuestras características y aspiraciones.



martes, 12 de abril de 2011

III Cross Popular Esquivel: de todo un poco.

Esta era una carrera que esperaba con mucha ilusión y ganas desde hacía tiempo. El hecho de correr por campo, fuera del asfalto, era algo novedoso y que siempre se agradece, pero además estaba la posibilidad de hacer una buena clasificación dado que en ese fin de semana había numerosas pruebas en la provincia, con mucha más promoción y experiencia (Almensilla, Carrión de los Céspedes, El Coronil, Divina Pastora), y que el III Cross Popular de Esquivel es “joven y familiar” y con escasos recursos para darse a conocer.

Mentiría si no dijese que había soñado con la posibilidad de hacer un podio aquí, no fruto de una buena marca, sino más bien de la escasa participación y obviamente una buena carrera.

Esta posibilidad se me fue pronto de la mente, nada más llegar a Esquivel, pedanía del municipio de Alcalá del Río, veo la carpa de “Los Lentos de Torreblanca”, que son legión, y mientras voy aparcando ya voy identificando galgos de pura raza a los que batir es imposible para mí. Deshecho la idea de ir a degüello y me centro en hacer una buena prueba y a disfrutar del ambiente y el entorno.

Tras un calentamiento en el que casi le doy dos vueltas a la pedanía me coloco en la salida, donde todos charlaban amigablemente y había corrillos, qué diferencia con otras pruebas. No hay tiro, sino que se lanza un cohete, que cuando hace pop ya no hay stop (festival del humor).

Los primeros 500 metros, aproximadamente transcurren sobre asfalto. Aquí vivo momentos de confusión y duda. La cabeza está ahí, a menos de 10 metros, siendo su mayoría “Lentos de Torreblanca”, parece un entreno de calidad para ellos y que tenían ya medio decidido el reparto de trofeos, esa sensación daba. Dudo entre unirme a ellos o ser cauto. Trato de alcanzarlos, supero a varios atletas, entre ellos un trío del C.A. Esquivel.

Salimos del pueblo, ya todo será carril de tierra y vuelvo a dudar. Paso el primer kilómetro por debajo de 3’50”, claro que habíamos bajado una cuesta, pero esto me hace desistir, iría por encima de mis posibilidades. Si me voy con ellos terminaré reventando.

La marea roja de "Los Lentos de Torreblanca" lo inunda todo.

Ahora ya estamos en pleno campo, alrededor algunos cultivos y a lo lejos, se dibuja Burguillos. Me he quedado en tierra de nadie, me acompaña un chico que me pregunta a cuánto vamos, se lo comento y decide bajar el pistón. Soy un espectador de lujo de la carrera, veo el grupo de cabeza del que se van cayendo algunos atletas, aunque al final sólo pasé a uno. Estoy sólo y así continué hasta pasado el ecuador de la carrera.

Antes me pasa un atleta veterano sin un brazo, con dos huevos. Además voy sintiendo las zancadas de un grupo detrás, pero que no terminan de cogerme, son el trío de locales. En el punto intermedio hay un puesto de avituallamiento, donde bebo poco, usando buena parte del agua para echármela sobre la cabeza, ya se notaba el calor.

Vista atrás y el grupo a menos de 20 metros, me dejo querer un poquito y me alcanzan. Me arropo, van a buen ritmo. Vamos llegando al K7 y vuelvo a ver a la cabeza cerca, ¿por qué? Pues porque había una cuesta del copón. La subo regulando al máximo, nos ponemos en fila india, lo paso mal, como todos, arriba nos reagrupamos y empezamos a bajar. Ellos se reorganizan bien y siguen, yo dudo y desconecto. Probablemente podría haber seguido con ellos, pero no lo hice.

Quedaban poco más de 2 kilómetros en los que decidí sufrir lo justo y necesario, eso sí, sin abandonarme totalmente. Además ya iba pensando en el mini-show de meta. El día anterior había comprado un chupete, que llevaba durante la carrera en el brazalete, con la intención de ponérmelo en la boca mientras cruzaba la meta.

Llegamos a Esquivel, y justo subiendo la última cuesta me caza otro atleta, Leonardo, veo que subo a su ritmo, o sea o va mal o yo aún tengo chispa, entonces me acuerdo del chupe y en plena cuesta me pongo a pelearme con el brazalete para sacarlo. Lo consigo y ya lo llevo en la mano. Hay un pequeño callejeo, voy a la zaga, hasta que llegamos a la recta final, veo que aprieta, le sigo, pero me pongo el chupe en la boca y me evado: veo que la gente se ríe, me aplaude, me señala, en fin disfrutando el momento, una pena no tener ninguna foto de ello.

Cuesta final, ya llevaba el chupete en la mano, lo que me costó sacarlo.

Al final 10.590m, según mi FR60, a una media de 4’01”, que dado lo ondulado del terreno, y que era mi primera experiencia no asfáltica estaba contento.

Troté un poco más, estiré. Raro en mí, decidí quedarme a ver la entrega de trofeos. Aquí vino la gran decepción. Primero suben los seniors, y mi sorpresa viene al ver al segundo, uno de los que se quedó del grupo principal y que obviamente no alcancé, y el tercero es un de los integrantes del grupo con el que compartí unos kilómetros. No doy crédito. Ahora el podio veterano me saca de dudas. Son veteranos dos de los que yo creía que eran seniors, joder con las cremitas antiarrugas, si parecen churumbeles.

Me doy cuenta que si hubiese luchado para irme con el grupo, cosa que sí opino que podía haber conseguido, quizás podría haber luchado por el podio. Claro que todo son hipótesis y a posteriori son fáciles de formular e imposibles de comprobar, y que te dejan con un regusto amargo y de decepción.

Así fue como me fui de Esquivel, con la sensación de haber perdido una oportunidad, de no haber luchado hasta el final. Afortunadamente con el paso de las horas el enfado y la frustración se fueron pasando y me quedó con mi debut en una prueba no asfáltica, y con el “efecto-chupe”. Posición, 13º de la general, 7º senior masculino.

Ahora unos días de reflexión en busca de alguna nueva carrera “apetecible”.




sábado, 9 de abril de 2011

Análisis: Garmin FR60


Introducción.

¿Qué es eso que llevan en la muñeca? Un GPS, ¿un GPS para correr? Pues sí que estoy desfasado. Soy sincero, me parecieron unos armatostes casi ortopédicos en esta época donde se busca que todo sea lo más reducido posible, aunque últimamente hay unos móviles xxl que se las traen, claro que te cocinan, te tiendan la ropa e incluso te revisan la próstata.

Coñas aparte, pese a su aspecto la verdad es que parece que son unos cachivaches bastante útiles. Ahora ya hay alguno con un aspecto más “fino”. Lo que también me llamó la atención es que, obviamente, son bastante delicados. Conozco a varias personas que han cambiado, incluso en cuatro ocasiones, el aparato dentro del plazo de garantía: se empañan, no cogen satélites, los botones dejan de funcionar o directamente mueren.

Ello unido a que tienen un precio, para mi entender, algo elevado y opino que aún les falta un poco para ser una compra fiable, pues pasé de comprarme uno. Pero claro, al final de cada carrera veía como la gente comentaba, esta carrera tiene tal, pues el mío dice que cual, y la organización tal, y yo terminaba preguntando a tres o cuatros atletas por la distancia “real” de la prueba.

Así fue como mi deseo de hacerme con uno de estos aparatejos fue incrementándose paulatimante. Pero siempre me frenaba lo mismo: precio y fiabilidad. Entonces comencé a sondear y bucear por Internet hasta que dí con los sistemas con acelerómetro/podómetro, en concreto con el Garmin FR60, algo similar a lo que ya había visto en algunas carreras hace años.


¿Tecnología desfasada?

A medida que iba leyendo me iba dando cuenta que era algo que me podía servir. Básicamente mi pretensión era conocer la distancia recorrida cuando iba por sitios nuevos y obviamente pasar de las pésimas mediciones de buena parte de las pruebas que disputo.

¿Pero cómo de preciso era este sistema? Leí que este sistema era sensible a las cuestas, al cambio de zapatillas. Mi escasa experiencia, por ahora, en este sentido es que ello es cierto, pero hablamos de una desviación que no supera el 2%, vamos ridícula. Es decir, que si recorres 1.000m reales, puede que marce 1.020m o 980m, poca cosa.

Este aparato para medir la distancia usa el foot-pod, vulgarmente conocido como cucaracha, que se debe colocar en el cordaje de la zapatilla. Si se van a usar diversas zapatillas es conveniente que se sitúe en un lugar lo más similar posible en todas las zapatillas para reducir al mínimo las posibles desviaciones. Su instalación es fácil.

Algo que me dio más de un quebradero de cabeza fue calibrar el foot-pod. El FR60 te permite hacerlo de una manera manual o automática. Recomiendo sobremanera la segunda opción. Si es posible iros a unas pistas y haceros algún que otro 800m. Una vez finalizados corregís y santas pascuas. Igualmente es conveniente que el ritmo del 800 sea una cosa intermedia entre vuestro ritmo de series y el de entreno habitual. Como ya digo, todo estos factores pueden provocar desviaciones en el cálculo de la distancia. Yo comencé con el calibrado manual y estuve una semana mareando la perdiz y ofuscándome, pensando incluso en devolver el aparato, hasta que opté por el calibrado automático y ahora estoy muy contento.

Ejemplos de entrenamientos en el Parque Miraflores de Sevilla, haced click:

Entreno de 4K.

Entreno de 6K.

Series de 1.000m.

Como veis bastante preciso. Ya sólo me resta compararlo con un GPS en una carrera, donde suelen haber cambios de ritmos.



Opciones mil.

El Garmin FR60, por lo que he podido leer, trae las opciones “clásicas” de la serie Forerunner:

  • Autolap, que te permite que el cachivache memorice una vuelta a una distancia predeterminada por ti, normalmente 1000m)

  • Virtual partner, no lo he usado, pero simula que vas corriendo contra alguien. Por tanto le pones una marca a tu competidor y el ForeRunner te va avisando si le vas ganando o no y cuál es la diferencia.

  • Ritmos programables con alarmas. Así te avisará si van por encima o por debajo de un ritmo previamente establecido. Existe una alarma similar para las pulsaciones.

  • Pantallas programables. Algo muy útil. En el caso del FR60 se pueden programar hasta 5 pantallas distintas, con 3 datos como máximo por pantalla. Así, por ejemplo, yo llevo en la primera pantalla, la que casi nunca cambio, pulsaciones, tiempo de la vuelta y distancia total. En la segunda velocidad (minutos por kilómetro), tiempo total, y hora...Realmente muy completo y útil, ya que las puedes ir visualizando mientras corres de manera manual, o bien programarlo para que las pantallas vayan pasando automáticamente..

  • Tiene la posibilidad de poder programar el entreno a tu antojo, mediante software en tu ordenaro y después transferirlo al reloj que te hará de guía: series, descansos, ritmos...

Seguramente se me escapan muchas cosas por no haberlas usado aún y por desconocimiento, iré actualizando.


Analizar entrenamientos.

Para poder analizar los datos primero éstos se deben pasar al ordenador, y para ello el pack del FR60 incluye un “lápiz USB” llamado Ant+ que se sincroniza con el reloj y automáticamente, y sin que nosotros hagamos nada, transfiere los datos a nuestro ordenador y arranca el Garmin Training Center (que previamente deberemos tener instalado) para que podamos visualizar y analizar nuestros entrenos. Vamos llegas a casa, dejas el reloj cerca del ordenador y entre que bebes agua y te preparas para la ducha ya tienes los datos en pantalla. Genial.

Posteriormente, si queremos, podemos subir dichos datos a Internet, ya sea creándonos una cuenta en Garmin Connect, o si somos usuarios de Strands, con Garmin Training Center exportamos el entreno a un archivo que posteriormente Strands puede importar.


¿Ventajas e inconvenientes respecto al GPS?

El GPS ofrece mayor información (desniveles recorridos) y más atractiva a la vista (mapas), y puede que sea más preciso y obviamente no le afectan el cambio de zapatillas, ni las cuestas. Pero como ya digo, en el caso del FR60, la diferencia es despreciable. Igualmente con un GPS te ahorras los quebraderos de cabeza del calibrado.

Garmins de izquierda a derecha: 305, 310XT, 405CX, FR60, los tres primeros son GPS's

Por contra el FR60 sirve para aquellos que suelen correr en cintas o hacer actividades en zonas boscosas (con baja cobertura) o indoor, donde el GPS puede perder señal y recalcular de aquella manera. El precio, por lógica, del FR60 es más económico y, por lo que he podido leer, tienes menos problemas técnicos al ser más simple tecnológicamente.


Enlace útil.

Este fue decisivo, viene en inglés, en el que se compara el GPS Garmin 310XT con el FR60. Realmente muy útil y completo:

http://www.dcrainmaker.com/2010/02/garmin-fr60-review-in-depth.html


Como ya digo iré actualizando a medida que vaya conociendo cosas nuevas del FR60 y vaya ganando experiencia en su uso.