lunes, 21 de marzo de 2011

XXIII Carrera Popular Nervión San Pablo

Otra carrera con satisfacción, con superación, pero en ésta hubo un equilibrio entre sufrimiento y gozo, que es la base del atletismo, que algo de masoquistas sí que tenemos. Pero además, la carrera de este fin de semana tiene unos tintes extras que le dan un valor excepcional.

Me voy a retrotraer unos días. La semana transcurría tranquila, con entrenos más centrados en darle un poco de vidilla a las piernas, pero sin pasarse, y en descansar. Pero ya desde el jueves comienzo a sentir ciertos síntomas de resfriado, que se van agravando con el paso de los días. Opté por no medicarme y esperar a que pasase la carrera para “empastillarme”. Sinceramente, el sábado por la noche me acosté con la idea de no correr, me encontraba bastante mal, pero esperé al “alegre despertar” para evaluar y decidir.

Hasta aquí lo negativo, ahora vienen los efectos motivantes. El viernes mi novia y yo vamos al centro de salud para confirmar lo que ya barruntábamos, estamos embarazados. A ver quien no corre con esa dosis de positivismo encima.

Dejo los previos para irme ya a la carrera. Antes de comenzar, llegué temprano, coincido con varios compis “ex Grupo10” y la verdad es que con tanta charleta terminé calentando más de lo que viene siendo habitual para mí, si incluso hice progresiones, no me conozco.

En esta ocasión conseguí una buena posición de salida, muy buena, tanto que me daba miedo ser arrollado por los balillas. Así que los primeros 200m fueron muy vivos, para después controlar un poco.

El hecho de salir tan delante me hizo vivir la carrera de una manera muy distinta a lo habitual. Ahora no había que remontar y remontar, diría incluso que de manera fácil, pasando a atletas más lentos, ahora los que estaban a mi alrededor iban a mi ritmo, así que aquí la estrategia cambiaba.

Paso el primer kilómetro en 3'52”, y me acoplo a un par de altetas de El Viso del Alcor. K2 3'55” pasan otros dos atletas, creo que de San Juan, y me voy con ellos. K3 3'50”. Viene el puente de la Carretera Carmona y veo que subo super fácil con respecto a la pareja con la que voy, así que los supero en plena cuesta e intento buscar nueva compañía. K4 4'02”, se nota el puente.

Ahora comienzo a tirar un poco para irme con el siguiente grupo, que era numeroso. Llegando al K5 3'52”, alcanzo a dos que se han descolgado del grupo. Los supero pero se me pegan como lapas, yo a lo mío. A los 500m uno de ellos me dice “a ver si me puedo ir contigo”, y le digo “pégate”. K6 3'48”, voy fuerte.

A lo lejos veo que los atletas giran hacia la izquierda por la calle Greco, y recuerdo que ahí también hay una cuesta. Justo en la curva cazamos al grupo, que con la llegada del desnivel se convierte en una hilera de atletas. Yo me sigo encontrando fuerte y subo posiciones. Siguen los subibajas, no lo esperaba, y llegamos a la Gran Plaza, K7 3'58”.

Ya del grupo quedamos 3, pienso que tras la Gran Plaza viene terreno favorable, pero sorprendentemente, ahora que vamos bajando, veo que me viene un bajón. Se me van los dos atletas unos metros, pero ahora llega una inesperada tabla de salvación. El mismo atleta que me pedía cuartelillo unos kilómetros atrás me pasa y me anima. Va acompañado por un “promesa” y me dejo los higadillos para acoplarme.

Aún quedaba un momento peor por llegar. Otro atleta nos supera, y mis compañeros aprietan para seguirle, pierdo medio metro, un metro, dos metros. Ahora es cuando toca tirar de motivación, de pensar en el niñ@, en otros amigos que se están jugando los cuartos en otros puntos de España. K8 3'50”.

Se pasa el mal trago, incluso parece que recupero fuelle. Y ahora pasa algo que no alcanzo a comprender aún. Durante la semana había mirado en las clasificaciones de carreras anteriores nombres de atletas que conociese, aunque fuese de vista, que se moviesen en el ritmo que yo buscaba, para usarlos de referencia visual. Pues bien, un poco antes de llegar al K9, en la puerta de la Facultad de Económicas, nos pasa uno de esos “atletas referencias”, además iba potente. Ésto hace saltar un resorte, no sé como explicarlo. El caso es que entiendo que estoy sobre la marca, llevaba tiempo sin pensar en otra cosa que no fuese en aguantar hasta meta, y se me produce un subidón de la leche. K9 3'50”

Les digo a los compañeros, vamos con esta gente hasta la meta, pero no reaccionan y paso como puedo entre los dos. Este chico va tan fuerte que ya se ha ido unos metros, pero ya me he metido en el fregado y voy acelerando, echando el resto. Llegamos a la recta final, que por cierto también tenía cierta pendiente. Paso a atletas desfondados, me pasa un “niño” como un avión, vaya figura y tras él llega el promesa que me sirvió de apoyo, trato de cambiar pero no hay más.

Llego a meta parando el crono en 36'36”, para una distancia entre 9.500m y 9.550m, lo que da una media de 3'51”-50”. Sinceramente brutal. Además de la marca, que es otro gran paso adelante, conseguida no al 100% , me ha encantado esta prueba por las vivencias acaecidas durante la misma. Hoy ha sido distinto, hubo una mezcla de sentimientos y sensaciones, colmados por la marca, que me han hecho quedar extremadamente satisfecho.



2 comentarios:

  1. Enhorabuena por partida doble: por la carrera y por vuestra futura paternidad.

    A seguir así de bien, saludos.

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  2. Gracias Charlie. La verdad es que la satisfacción fue plena.

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