miércoles, 30 de marzo de 2011

RETROESPECTER-MUNDO VIEJUNO: Mi mejor carrera.

Bueno, a petición de un compañero forero de la web de El Atleta, paso a contar la que considero ha sido mi mejor carrera, la que más orgulloso me siento y con la que, por qué no decirlo, me sacó unas lágrimas al cruzar la meta y ver la marca. Va por ti Groucho. Iniciamos las sección Retroespeter - Mundo Viejuno.

Vamos a ello. Corría el año 2002, iniciando la temporada le planteo a mi entrenador dar un paso adelante, y pensando en una futura maratón, que no llegó hasta 2005, hacer algo más que carreras populares de hasta 12 kilómetros. Así que, de manera lógica, fijamos el tiro en la media maratón, y como primera piedra de toque optamos por la que se disputa cada año, en noviembre, en Córdoba.

Ir a por los 21.097 metros me supuso abandonar a mis compañeros habituales de entreno, que seguían planes de 10.000 metros, y hacer muchas sesiones solo o con compañeros “más lentos”. Así que se podría decir que todo fue fácil y novedoso.

Eso sí, me plantee este objetivo con mucha “profesionalidad”, vamos que creo que nunca estuve tan centrado. Cumplía los entrenamientos a rajatabla, cuidaba la alimentación mucho y hacía mis tablas de abdominales, lumbares y algo de pesas. Vamos que estaba fino, fino y motivado. Recuerdo que quince días antes de la carrera nos fuimos un grupo de amigos a unas casas rurales en Linares (Jaen), me llevé todo el equipo y el sábado me puse a dar vueltas a un campo de futbol de albero durante 45”, y mi novia en el banquillo, apoyando.

Como principal compañero en el día a día tenía a Marcos A. Macarro, un crack. Seguro que todos conocemos a alguno que entrena la mitad que tú y corre mucho más que tú. Bueno, llamadlo calidad, genética,... pero Marcos era de esos. Faltaba a algunos entrenamientos, a la más mínima molestia paraba, pero después te pulía y bien.

De cara a Córdoba, si no recuerdo mal, nuestro mayor tirada fueron 16 o 18k, que debían salir a 4'15” de media, y en el que yo iba dándole la vara cada vez que se pasaba un poco de rosca, lo hicimos a 4'07”. Por supuesto hubo series y tal, pero mi principal objetivo era terminar la prueba, no recuerdo que me marcase ningún tiempo objetivo, aunque si sobrevolaba nuestras cabezas hacerla a 4'00” de media.

Llegado el día de la prueba, este se presenta gris, lluvioso. Nos cayó una buena en la autopista, sin embargo durante la prueba aguantó, apenas chispeo un poco y no hizo excesivo frío.

En la salida me sitúo junto a Marcos, se da el tiro y sale como un avión, va ganando metros a base de dar y recibir empujones y codazos. Yo como era el novato iba algo “amarrategui” y fui más conservador. Recuerdo que Marcos miró para atrás, antes de la primera curva, para buscarme y le hice un gesto tipo: “¡ande vas zagal!” y desapareció.

Los primeros dos primeros kilómetros los recuerdo como si fuese llevado por la marea, hasta que encuentro a otros dos compañeros de club. María Belmonte, una superclase a nivel popular, y Joaquín Rodriguez, un veterano que le hacía de escudero para la prueba. Rebosaban experiencia, y yo sabía que en pruebas más cortes les ganaba, así que me acoplé.

Estuve con ellos hasta el K5, aquí vino el punto determinante de la prueba, y tomé la decisión correcta. Nos adelanta un grupo, encabezado por dos atletas del club ADS, uno de ellos se apellida Poley, atleta que solía quedar un poco por delante mía habitualmente en las competiciones. Dudé, mucho, pero pegué el salto y me fui con el grupo, que era numeroso.

Poco más hay que contar hasta el K18. Los del club ADS llevaban el peso del grupo, probablemente iban a por marca, sin importarle lo demás. Yo fui bien arropado en todo momento, viendo pasar los kilómetros, pero sin echar cuenta a los tiempos, ya que picamos una a 6'30”, imposible, y dejé de confiar en las mediciones.

Como decía en el K18, y ya algo tocado, el grupo corta en una esquina, pero un corte XXL, vamos que pasaron al público que aplaudía por la espalda. Fiel a mis principios, yo no corté, lo que me hizo perder unos metros muy valiosos y que no pude recuperar. Es más, el espacio su abrió, muy probablemente ellos también apretaron.

Llegamos a una avenida de ida y vuelta y me cruzo con Marcos, que va regular, y le digo “voy a por tí”. Soy sincero, me dio vidilla el hecho de poder cazarle, aunque no pude. Costaron un poco estos últimos kilómetros, ya algo desfondado y sólo, pero pese a ello tuve algo de chispa para defender mi posición ya en las pistas, cuando me intentaron adelantar en los 100m finales.

Pero lo mejor estaba por llegar, me leen el dorsal y me dan un papelito con la marca 1h18m43s, sonrío, pero no soy muy consciente y no tengo la cabeza para calcular, sigo leyendo, media 3'43”... entonces se me corta la respiración y acto seguido me salen dos lagrimones y me arrodillo en las pistas. No me lo puedo creer. Me repongo, avanzo un poco y me encuentro con Marcos, nos fundimos en un abrazo, me metió unos 25”. No es su mejor marca pero está muy satisfecho.

La incredulidad y la sorpresa no es sólo propia, mi entrenador también está asombrado, se lo veo en la cara, aunque no lo manifiesta.


Para mí fue la carrera perfecta, me encantan los días grises, me llevaron arropado toda la carrera y con ritmo constante, sufrí sólo al final. Y lo que me parece superlativo es el rendimiento obtenido en función a los entrenamientos, sinceramente espectacular.

Desgraciadamente no tengo fotos de la carrera , pero espero habérosla dibujado bien.

miércoles, 23 de marzo de 2011

¡¡ EMBARAZADOS !!

Como ya anticipé en la crónica anterior, pues mi chica está embarazada de apenas tres semanas. Si la naturaleza sigue su curso, por noviembre habrá un nuevo ser en esta tierra fruto de nuestra relación.

Ahora mismo, la verdad, es que estoy algo en la parra, como en una nube. Sin duda feliz, pero por otro lado algo descolocado, realmente no sé como explicarlo. Imagino que será una mezcla de incertidumbre y sentido de la responsabilidad. Quería compartirlo. Un saludo.


lunes, 21 de marzo de 2011

XXIII Carrera Popular Nervión San Pablo

Otra carrera con satisfacción, con superación, pero en ésta hubo un equilibrio entre sufrimiento y gozo, que es la base del atletismo, que algo de masoquistas sí que tenemos. Pero además, la carrera de este fin de semana tiene unos tintes extras que le dan un valor excepcional.

Me voy a retrotraer unos días. La semana transcurría tranquila, con entrenos más centrados en darle un poco de vidilla a las piernas, pero sin pasarse, y en descansar. Pero ya desde el jueves comienzo a sentir ciertos síntomas de resfriado, que se van agravando con el paso de los días. Opté por no medicarme y esperar a que pasase la carrera para “empastillarme”. Sinceramente, el sábado por la noche me acosté con la idea de no correr, me encontraba bastante mal, pero esperé al “alegre despertar” para evaluar y decidir.

Hasta aquí lo negativo, ahora vienen los efectos motivantes. El viernes mi novia y yo vamos al centro de salud para confirmar lo que ya barruntábamos, estamos embarazados. A ver quien no corre con esa dosis de positivismo encima.

Dejo los previos para irme ya a la carrera. Antes de comenzar, llegué temprano, coincido con varios compis “ex Grupo10” y la verdad es que con tanta charleta terminé calentando más de lo que viene siendo habitual para mí, si incluso hice progresiones, no me conozco.

En esta ocasión conseguí una buena posición de salida, muy buena, tanto que me daba miedo ser arrollado por los balillas. Así que los primeros 200m fueron muy vivos, para después controlar un poco.

El hecho de salir tan delante me hizo vivir la carrera de una manera muy distinta a lo habitual. Ahora no había que remontar y remontar, diría incluso que de manera fácil, pasando a atletas más lentos, ahora los que estaban a mi alrededor iban a mi ritmo, así que aquí la estrategia cambiaba.

Paso el primer kilómetro en 3'52”, y me acoplo a un par de altetas de El Viso del Alcor. K2 3'55” pasan otros dos atletas, creo que de San Juan, y me voy con ellos. K3 3'50”. Viene el puente de la Carretera Carmona y veo que subo super fácil con respecto a la pareja con la que voy, así que los supero en plena cuesta e intento buscar nueva compañía. K4 4'02”, se nota el puente.

Ahora comienzo a tirar un poco para irme con el siguiente grupo, que era numeroso. Llegando al K5 3'52”, alcanzo a dos que se han descolgado del grupo. Los supero pero se me pegan como lapas, yo a lo mío. A los 500m uno de ellos me dice “a ver si me puedo ir contigo”, y le digo “pégate”. K6 3'48”, voy fuerte.

A lo lejos veo que los atletas giran hacia la izquierda por la calle Greco, y recuerdo que ahí también hay una cuesta. Justo en la curva cazamos al grupo, que con la llegada del desnivel se convierte en una hilera de atletas. Yo me sigo encontrando fuerte y subo posiciones. Siguen los subibajas, no lo esperaba, y llegamos a la Gran Plaza, K7 3'58”.

Ya del grupo quedamos 3, pienso que tras la Gran Plaza viene terreno favorable, pero sorprendentemente, ahora que vamos bajando, veo que me viene un bajón. Se me van los dos atletas unos metros, pero ahora llega una inesperada tabla de salvación. El mismo atleta que me pedía cuartelillo unos kilómetros atrás me pasa y me anima. Va acompañado por un “promesa” y me dejo los higadillos para acoplarme.

Aún quedaba un momento peor por llegar. Otro atleta nos supera, y mis compañeros aprietan para seguirle, pierdo medio metro, un metro, dos metros. Ahora es cuando toca tirar de motivación, de pensar en el niñ@, en otros amigos que se están jugando los cuartos en otros puntos de España. K8 3'50”.

Se pasa el mal trago, incluso parece que recupero fuelle. Y ahora pasa algo que no alcanzo a comprender aún. Durante la semana había mirado en las clasificaciones de carreras anteriores nombres de atletas que conociese, aunque fuese de vista, que se moviesen en el ritmo que yo buscaba, para usarlos de referencia visual. Pues bien, un poco antes de llegar al K9, en la puerta de la Facultad de Económicas, nos pasa uno de esos “atletas referencias”, además iba potente. Ésto hace saltar un resorte, no sé como explicarlo. El caso es que entiendo que estoy sobre la marca, llevaba tiempo sin pensar en otra cosa que no fuese en aguantar hasta meta, y se me produce un subidón de la leche. K9 3'50”

Les digo a los compañeros, vamos con esta gente hasta la meta, pero no reaccionan y paso como puedo entre los dos. Este chico va tan fuerte que ya se ha ido unos metros, pero ya me he metido en el fregado y voy acelerando, echando el resto. Llegamos a la recta final, que por cierto también tenía cierta pendiente. Paso a atletas desfondados, me pasa un “niño” como un avión, vaya figura y tras él llega el promesa que me sirvió de apoyo, trato de cambiar pero no hay más.

Llego a meta parando el crono en 36'36”, para una distancia entre 9.500m y 9.550m, lo que da una media de 3'51”-50”. Sinceramente brutal. Además de la marca, que es otro gran paso adelante, conseguida no al 100% , me ha encantado esta prueba por las vivencias acaecidas durante la misma. Hoy ha sido distinto, hubo una mezcla de sentimientos y sensaciones, colmados por la marca, que me han hecho quedar extremadamente satisfecho.



lunes, 7 de marzo de 2011

XV Carrera Popular Amate-Sevilla Este

Si, se podría decir que de forma anticipada, que de improviso, pero no seria del todo cierto. Tras las buenas sensaciones de Cantillana, un buen entreno de series, y las correspondientes jornadas de descanso y de entreno regenerativo, me planté en el Parque Amate con la idea de intentarlo pululando por la cabeza desde hacía un par de días.

A punto estuve de echarme atrás. Llego a la zona de salida y aquello estaba atestado el cajón de salida estaba ya a tope y restaban más de diez minutos para la partida, - hoy no es el día- pensé. Sin embargo mientras trotaba veo como un atleta abre una valla y se coloca en décima fila, la brecha abierta hace que “se cuelen” por ella más gente y yo detrás.

Así que ahí estuve diez minutos, apretado, sin moverme, pegando leves saltitos, haciendo mini spinning, lo que fuese para no enfriarme y buscando caras conocidas, sin suerte, alrededor. Se da la salida y tras el primer acelerón viene un frenazo de impresión. Los cracks de IMD habían colocado el arco hinchable de salida dentro del cajón, provocando el consiguiente embudo, -bien empezamos.

Dejando este primer incidente atrás, bueno, y que la primera rotonda fue arrasada, no sé si había que pasarla por la izquierda o por la derecha, no se veían ni los bordillos, sólo gente y más gente. Además veo como atletas está nincorporándose desde las aceras, entre los coches... ¡vergonzoso!

Al lío, paso el primer kilómetro en 3'43”, pienso que no puede ser, demasiado rápido, e instintivamente bajo el pistón un poco, a los pocos metros, escucho una serie de pitidos (gps a gogo), miro mi reloj y marca 4'05”, eso podría ser. Paso el K2 4'30”, de lujo, vuelta a acelerar. Afortunadamente parece que sólo fue este el lugar donde el punto kilométrico estuvo mal colocado, ya que el resto si presentaban mayor regularidad.

K3 4'00”, ahora venía un puente en el que ya se empieza a observar que alguno va tocado del ala. Yo sigo pasando y pasando gente, realmente no existen grupos, sólo gente y más gente. En el K4 3'56” saludo a una amiga, que va a buena marcha, compartimos unos metros, la animo y sigo. K5 3'57”, ahora en vez de puente se pasa por un túnel. Aquí estoy un poco con un grupo, pero veo que voy más rápidos que ellos, así que me abro y sigo. Alguno me sigue durante algunos metros, pero ninguno se pone al lado a colaborar. K6 3'55”, K7 3'55”, qué precisión.

Nos acercamos al circuito interior del parque, K8 3'57”, en la puerta del mismo me pasa una chica que va fuerte, acompañada por un colega que le hace de liebre, la verdad es que la llevaba con la lengua fuera. Tras pensarlo decido tirar e irme con ella, aunque ya se había marchado unos metros. En este punto ya las “buenas” sensaciones que llevaba desparecen, toca sufrir, pero bueno quedaban sólo algo más de 1'5Kms.

No sé si era yo o ella, pero me acercaba y me alejaba, creo que más bien yo, que ganaba y perdía fuelle por momentos, El K9 me confirma que voy en la zona roja, pero sin reventar, 3'47”, toca echar el resto, aunque la chica se me ha ido, huele a meta, incluso me queda algo de energía para cambiar un poco en la recta de meta y zamparme a 3 atletas más.

Como veis en la foto cierro el puño, no era porque sabía que había rodado de media por debajo de 4'00”, lo descubrí luego, sino por la carrera en sí, aunque ya barruntaba que lo había conseguido, estaba tela de contento y satisfecho.

Según los gps de los amigos consultados la prueba tiene entre 9.650m y 9.700m, lo que me da una media de 3'56”-55” para un tiempo total de 38'07”. Lo que decía contento, además me voy con la sensación que de haber tenido una semana 100% “relajada” pensando en el objetivo, le habría pegado otro bocado al crono. Pero eso lo dejo para la de Nervión-San Pablo, que creo que es la que tiene una mejor salida de cara a evitar aglomeraciones y embudos.

Como siempre os dejo el enlace a la galería de fotos (aquí) como siempre de la mano de Sandra de Podosevilla y de galerías de fotos de los clubs “Los Lentos de Torreblanca” y “Los Jartibles”. Gracias a todos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

XVII Carrera Popular Villa De Cantillana "Entre dos ríos"

El pasado lunes, día de Andalucía, tuve el placer y el gusto de correr por las calles del municipio de Cantillana, en plena Vega del Guadalquivir. Me presenté con la intención de hacer un entreno de calidad en cuestas, ya que me comentaron que la prueba andaba bien servida de desniveles. No me mintieron, aunque fue menos duro de lo que me esperaba. A mis ojos, o mejor dicho a mis piernas, la prueba de Castilblanco de los Arroyos es más dura y explosiva.

Calenté unos diez minutos, todo un record para mí, último paso por el baño debido al excedente de agua y salgo por otra puerta del pabellón y para mi sorpresa estoy delante de la meta, en primerísima fila, igualito que en la prueba de Distrito Macarena. Finalmente algunos atletas se pusieron algo por delante, pero no importaba, tampoco me interesaba salir al 100%, no era la idea.

Se da el pistoletazo y tras unas primeras zancadas potentes decido no dejarme llevar por los atletas de mi alrededor, y me empieza a pasar gente por todos lados. Mantuve la cabeza fría y pasé el primer kilómetro en 4'13”, incluso más rápido de lo que esperaba, pero bueno ya estaba metido en el fregao.

En el segundo mil viene “la cuesta”, la podría catalogar de nivel intermedio en cuanto a dureza, pero su dificultad radicaba más en la longitud que en la pendiente. Aquí, en plena cuesta meto el primer cambio y ya comienzo a adelantar a atletas. K2, 4'18” y empenzamos a descender por una zona un tanto desolada, un poco triste. Tras un poco de llaneo, K3 3'58” se vuelve a descender, aunque de una manera suave y giramos para meternos por el centro del pueblo, donde volvemos a ascender de una manera escalonada y por adoquinado, en la segunda vuelta me hizo daño el empedrado, teniéndome que subirme a la acera en algún tramo.

No veo el K4 y pico el K5 en 8'14” ya habiendo comenzado el segundo giro, volvemos a subir la cuesta. Ya no voy super cómodo, pero me digo – A qué hemos venido – Así que otro tironcito K6 4'13” y en el descenso cazo un grupo en fila india. Uno de los integrantes salta fuerte y me voy con él, pero al llegar al llano pierde fuelle y le paso. Yo a lo mío K7 3'45”... - sí que hemos bajado rápido -

Se repite la jugada, leve descenso y giro para entrar en el centro, adoquinado y embocamos la meta con una sonrisa en la cara, que se convierte en gran sonrisa al ver el promedio que fue 4'04” para una prueba de 8.700 metros que finalicé en 35'30”.


Salí de Cantillana con una gran satisfacción, con unas buenas sensaciones tremendas, sin molestias aparentes y con la idea de volver a esta carrera en siguientes ediciones. Muy bien organizada/gestionada.

Gracias a Verónica, mi chica, y a Sandra de Podosevilla, por ser mis fotógrafas oficiales del evento. Más fotos aquí