viernes, 28 de enero de 2011

El vasto externo, otra vez.

Hoy pasé por “el mecánico” y confirmó lo que ya se preveía. La molestia era por una sobrecarga del vasto externo (o lateral) en su inserción con la rodilla. No es la primera vez que me pasa, la anterior fue la antesala para conocer a Sandra Sánchez de PodoSevilla y ahora la cosa también está relacionada con la pisada.

En esta ocasión el uso de las dos zapatillas nuevas de forma continua y sin intercalarlas con mis zapas ya usadas han hecho que la musculatura “no pueda” entender la información proveniente de las zapatillas nuevas. Sé que suena raro o cuanto menos peculiar, pero tanto el fisioterapeuta como la podóloga apuntan a las zapatillas como las causantes de la sobrecarga.

Ésto no quiere decir que las zapatillas no sean adecuadas para mí, ya que la podóloga insistió en que se ajustan a mi perfil. Lo único es que debo introducirlas en mi entrenamiento de una forma progresiva y alternando su uso con las antiguas.

Hoy ya hice 8k, con molestias, como ya anticipó el fisio, con tranquilidad y poniéndome hielo al final.

Ahora a tomárselo con calma en estos primeros días, a ver como evoluciona el tema.



martes, 25 de enero de 2011

¡Freno de mano!

El sábado por la tarde tuve unas sensaciones extrañas en mi rodilla izquierda, como un hormigueo. Pero el domingo desaparecieron. Nada hacía presagiar que ayer, cuando apenas llevaba 4 kilómetros, tuviese que parar para no evitar daños mayores.

Ya antes del segundo kilómetro comencé a sentir leves molestias en dicha rodilla que se intensificaban a medida que incrementaba el ritmo. Así que decidí parar. Realmente no fue un dolor intenso, pero viendo que no parecía una molestia pasajera opté por la prudencia.

He conseguido cita para el viernes para el fisio. Ayer a la tarde seguía sintiendo molestias en la zona, pero afotunadamente esta mañana todo parece mejorar, ni rastros del dolor. Aún así sigo siendo cauto y esperaré al viernes, salvo que me puedan los nervios.

¿Razones? Usar demasiado pronto las nuevas zapatillas, quizás demasiada caña en las semanas previas. Quizás sea lo primero, veremos. Os tendré al tanto.

domingo, 23 de enero de 2011

Ahora a por el 10.000

Bueno, una semana tranquila en lo que a entrenamientos se refiere pero productiva en otros sentidos.

Una vez finalizada la prueba de Ayamonte, y con el primer gran objetivo de la temporada cumplido de una manera algo temprana, pues la verdad es que estuve un par de días pensando qué hacer. Para el plan de bajar de 1h30m en los 21.097 metros tenía cuatro balas, y al final me han sobrado dos: correr la mitad del Maratón de Sevilla y la Media de Málaga. Así que tocaba replantearme un poco qué hacer en los siguientes meses:

  • Enfrentarme a otra media con la intención de rebajar la marca.

  • Ir a por el próximo objetivo de la temporada, bajar de los 40 minutos en los 10 kilómetros.

  • Darme el gusto de correr la Maratón de Sevilla para disfrutarla.

Durante la semana he pensado seriamente en las opciones, pero dado lo poco que falta para la Maratón, y para no cebarme con la media, pues he decidido continuar con la línea de seguir con objetivos “accesibles” pero motivantes. Es decir, bajar de los 40 minutos en lo 10 kilómetros, y qué mejor que el circuito de Carreras Populares de Sevilla, que aunque no tiene ninguna carrera de 10K, sí se suelen mover entre los 9 y los 12K. Además espero el renacer de los “clásicos” Controles del Parque María Luisa, donde sí hay prueba de 10.000 metros.

Por otra parte, he usado esta semana para hacerle los primeros kilómetros a las nuevas zapatillas, a ambas, e irlas preparando para le nuevo reto. A partir de mañana tendrán un papel importante, especialmente las Brooks, ya os contaré.



jueves, 20 de enero de 2011

Las nuevas adquisiciones

Bueno pues esta son las 2 nuevas armas para este recién estrenado año 2011. Serán las compañeras de mis actuales Saucony Progrid Guide, que tan excelente resultado me están dando, y de las Diadora Mythos 280 GB, de las que hice un modesto análisis, y que ya están llegando al fin de su vida.

Por un lado está las Brooks Infiniti 2, zapatilla con un leve control de pisada, quizás demasiado poco para mí, y que están llamadas a tragar y tragar kilómetros a ritmos medios. Son preciosas, las fotos no le hacen justicia, con unos detalles en bronce y otros en plata muy “guapos”. Tras un par de semanas caminando con ellas, esta semana, aprovechando que estoy de relax tras Ayamonte, le he metido un par de rodajes. Uno de 8K a ritmo de 5'10” y hoy uno de 10K donde ya les he exigido algo más, llegando 3'55”, y con una media global de 4'30”.

Aún es pronto para sacar conclusiones, pero ya noto cambios claros con las Saucony. El tacto de la amortiguación es más duro, pero no incomoda. La geometría también es distinta, es más horizontal, en las Saucony vas algo más elevado el talón. Como ya digo es muy temprano, pero cuando estrené las Guide me sentí más cómodo, cuestión de gustos.

La otra “novata” es la Saucony Progrid Guide TR3, que viene a sustituir a mis ya quemadas Saucony Excursion TR3. Con éstas sólo he caminado un poco, muy probablemente el sábado les de su primer tute. Siempre he tenido muy buenas experiencias con estas zapatillas híbrido entre las puras de asfalto y las puras de montaña. Me encanta su versatilidad y adaptabilidad a toda circunstancia. Con estas doy un paso adelante, ya que me debe aportar mayor control y amortiguación que la Excursión. En definitiva es mejor zapatilla y espero mucho de ellas. Principalmente las usaré para caminos rurales, tipo Ruta del Agua y para lo que tercie.



domingo, 16 de enero de 2011

Objetivo cumplido: 1h28m18s

El sábado, a media mañana, nos ponemos en ruta hacia Tavira (Portugal). Vamos Vero (mi novia), Greta (la galga) y un servidor. Nos pegamos un buen homenaje gastronómico en tierras lusas y a la tarde llegamos al apartamento para soltar bártulos y pegarnos un paseo por la playa, donde aprovechamos para hacer unas cuantas progresiones junto a la sprinter profesional, Greta.

Anochece, volvemos al apartamento, hacemos unas compras para preparar la cena e iniciamos la concentración propiamente dicha. Me desvelo sobre las 5 de la mañana, con calor, tenemos puesta la calefacción, la quito y consigo conciliar el sueño hasta las 8 de la mañana.

Desayuno tostada con mantequilla, las prefiero con aceite de oliva pero..., medio plátano y un yogur. Me pongo el traje de luces, que ya tenía listo desde la noche anterior, nos abrigamos y dejamos el “hotelito”, el del biplaza plateado, y ponemos rumbo a Ayamonte.

Llegamos pronto, afortunadamente, porque la eficacia de la entrega de dorsales era pésima: gente que no aparecía en los listados, atletas que se inscribían in situ, cuando se supone que el día 14 se cerró el periodo de inscripción, además de varios caraduras que se cuelan con todo el morro. No me quería enfadar y paso de ellos, pero manda webs.

Caliento poco, como me gusta, y me voy para la zona de salida. Rápidamente te das cuenta que aquello no es Córdoba. Es muy fácil coger una buena plaza de salida.

COMIENZA LA PRUEBA

Con algo de retraso se da la salida, de hecho la pistola para dar el tiro tuvo que ser sustituida, carcajadas y pitorreo del personal. Primero se realizan unos 300m en las pistas hasta salir a la calle. Aunque con algunos bandazos iniciales es sencillo coger el ritmo y ya el primer kilómetro lo paso a 4’16”, ideal.

Primeras avenidas y ya se vislumbras grupos interesantes, de hecho me pasa uno con varios integrantes del Club Atletismo Ayamonte, puede ser una buena opción. K2, otra vez 4’16”, genial – me digo- así hasta el 15K y después tiro. Llevaba poco más de 8 minutos corriendo y ya haciendo castillos de naipes. El grupo va ganando metros, pero como voy con buen ritmo decido ignorarlos. Voy acompañado en estos primeros metros por un atleta portugués del Club Amigos do Parque Da Paz, de Almada (Portugal) llamado Pedro Gabriel (datos sacados de la clasificación en ideain.com). Reseñar este atleta tiene sus razones, que ya veréis.

La calculadora sigue funcionando y viendo que me quedo con el atleta portugués y el nutrido grupo ahí delante decido ir a por el tras el repecho del K3. Al llegar a la cuesta, nada excepcional, veo que el grupo se estira con el desnivel y casi sin querer los veo más cerca, lo que me motiva, K3 4’12”, inmediatamente lo que se sube se baja y consigo pegar un pequeño cambio para alcanzar al grupo, al que llego con facilidad, y me acoplo K4 4’04”.

Con este grupo, de unos 10 atletas incluido Pedro Gabriel, estuve varios kilómetros, los que discurrían por el casco antiguo del pueblo, donde hay unos 2 kilómetros de adoquinado. Aquí el grupo se fracciona, unos por la acera, otros por la calzada y todo se descontrola un poco. K5 4’15”, K6 4’21”, K7 4’14”, unas veces tiraban unos, otras otros. El luso aprovecha la circunstancia para marchar en solitario con ritmo firme.

De golpe en un giro nos quedamos en cabeza un par de atletas que iban juntos y un servidor, el resto un par de metros atrás. Sigo con ellos, me entero que uno está ayudando al otro para bajar de 1h30m, me pueden servir. Obviamente, sin hablar, me dejan pasar para que releve, y lo hago sin problemas K8 4’18”. Primer enigma, vamos un poco más rápido que por el adoquinado, ya organizados, ¿y vamos más lentos? El grupo de atrás sigue a la misma distancia, no más de 5 metros. Empiezo a ver que es ridículo ir ahí, pudiendo ir con el resto más arropados. K9 4’18” y yendo hacia el K10 somos absorbidos, ritmo 4’17”.

Empiezo a no entender nada, llega un punto de avituallamiento tras el K10 en un pequeño puente y me pilla en el centro del grupo. Aquello es un desbarajuste, unos casi paran, frenan, se cruzan… me separo lateralmente del grupo y voy a por la última botella. Respiro profundamente y aprovechando la pequeña bajada del puente, decido pegar un cambio. Echo un vistazo y me siguen a unos metros los dos mismos atletas de antes y detrás el grupo de marras. K11 4’13”, esto marcha – me digo- me alcanzan los dos primeros atletas, el más débil va con el gancho.

K12 4’20”, nuevo mosqueo, ¡no puede ser! El colega lleva la respiración descontrolada, petaba fijo. El otro le anima, y ello me anima a mí que subo un punto más, K13 4’14”, ya en solitario y sin nadie detrás. Ahora me centro en cazar y veo un grupo lejos, de 4 atletas, y pongo el punto de mira en ellos, K14 4’08”, ahora sí – me automotivo -. Las sensaciones son buenas, y se confirman K15 4’07” junto a la playa.

Ya voy pasando gente con mayor frecuencia y por detrás nadie. Ahora “sólo” queda volver al estadio y decido echar lo que quede K16 4’01”, buff Manué. Se empiezan a encender indicadores de alarma, pero los ignoro, quedan 4 kilómetros. Me voy cruzando conocidos, y se intercambian los ánimos. Paso a una atleta, miro al frente y veo la camiseta amarilla de Pedro Gabriel. Había más gente en medio, pero ya estaba marcado el objetivo. K17 4’01”, K18 4’02”, K19 4’05”, en

este punto llevaba 1h19m51”, y tengo la total certeza de que el objetivo está cumplido.

K20 4’05” Llego a la altura del atleta luso, me ve, sonríe y me anima. Le paso, y veo que se pega, bueno le veo por su sombra, que se proyecta a mi lado. Paso a un par de atletas más y ya las posiciones no se cambiarán, ya que hubo un par de escarceos: los que pasé en las pistas me volvieron a pasar y viceversa. K21 4'02" y los teóricos 97m finales en 20". Crono de 1h28m22s, cuatro segundos menos en mi reloj. Cruzo la meta con el puño cerrado y con una sonrisa enorme y una gran satisfacción.

El primero que me felicita es Pedro Gabriel, con él comparto unas palabras en portugués (hablo el idioma). Él es el primero que me confirma un hecho que ya sospechaba, la carrera tenía algunos metros más. Tras sondear varios GPS, yo no tengo, la media se situaba entre 21.250 m y 21.310 m, y la verdad es que hubo varios kilómetros sospechosos de ser más largos.

Ahora, con escasas horas pasadas tras el fin de la carrera, sigo estando muy contento, pero me pregunto si podría haber tirado antes, pero habría perdido fuelle para el final, ¿o no? En fin, dilemas de atletas, pero lo más importante, ¿y ahora qué? A buscar nuevos objetivos para el resto de la temporada.

viernes, 14 de enero de 2011

Las cartas bocarriba. Destino Ayamonte

La suerte está echada. Hoy cumplí con el último entrenamiento antes de la Media Maratón de Ayamonte, cita que tengo marcada desde que en Córdoba estuve cerca de conseguir mi objetivo de bajar de 1h30m en la distancia, sorprendiéndome a mi mismo y motivándome a seguir entrenando y pidiéndome más cada día.

Series, rodajes a ritmos más exigentes, mezclados con buenas sesiones de recuperación y descanso son las cartas con la que me presentaré el domingo en Ayamonte, con la clara ambición de batir la marca anteriormente citada.

La motivación es alta, y se argumenta en entrenamientos fuertes y bien asimilados. Si no hay algún hecho extraordinario la lógica está a mi favor, pero en el deporte todo puede pasar. Os cuento el domingo.

Os dejo una foto del último entreno de hoy, 8 kilómetros muy tranquilos en el paseo fluvial junto al Guadalquivir, acompañado de Greta, que siempre va a rebufo para ganarte al sprint, como buena galga que es.


martes, 11 de enero de 2011

¿Por qué 4 Mijl Project? (3/3)

...Allí me presento y me comenta si quiero entrenar con el Groningen Atletiek, yo encantado, claro, y me da el nombre del que será mi entrenador, un lugar y una hora. Además desde ese momento mi relación con Ger se hace mucho más intensa: cruzábamos varios mails al día y nos veíamos con asiduidad. Se convirtió en mi “manaché”, como yo le llamaba, y me indicaba dónde había carrera y me orientaba sobre como inscribirme. Gran forofo del fútbol, nos pegamos buenas tardes de Champions viendo a su Ajax entre pizza y pizza.

Aquí debo decir que ya antes de irme a Holanda vi que existía dicho club, el Groningen Atletiek, y por medio de su web contacte con Jos Richie, que me dijo que les visitase cuando estuviese por la ciudad. La verdad es que olvidé un poco el mail, pero quiso el destino que al presentarme a entrenar con el que sería mi grupo, entre ellos, estaba el propio Jos Richie.

Duré poco tiempo con este grupo ya que su nivel era bajo, era el grupo 3 y precisamente era Jos el que más corría. En total entrené con ellos tres días, tras ello pasé directamente al grupo 1. ¿Por qué? Os cuento, en el primer entreno corrimos 10 minutos a trote, calentando. Paramos en un jardín y nos pusimos a estirar y hacer ejercicios de técnica (algunos yo no los había hecho en mi vida). Volvimos a correr otros 10 minutos y otra vez estirar y técnica. Yo iba pegado a Jos que me hacía las veces de anfitrión y traductor. Tras este segundo parón parece que empieza una sesión libre, es decir volver al punto de salida pero cada uno a su ritmo, yo me voy con Jos y rodamos tres o cuatro kilómetros a 4'20”. Al segundo día hicimos algo similar y al tercero series en pista, donde las de 400 querían que no las hiciese más rápidas de dos minutos. Ahí vi que allí no hacía nada y Jos habló para llevarme al grupo 1.

Aprovecharé un poco para hablar del Groningen Atletiek, decir que es un club multidisciplinar: fondo, medio fondo, velocidad, salto, lanzamientos...y tenía un nutrido número de atletas. El punto de encuentro y base de operaciones eran las pista de Standspark, donde quedábamos martes y jueves para entrenar. El resto de días cada uno entrenaba libremente. Además las pistas y sus vestuarios estaban a disposición de los atletas el resto de días, de hecho yo fui un par de veces para entrenar por mi cuenta. Lo pasé muy bien con ellos, entrenando ya con mayor calidad, incentivando los ejercicios de técnicas y sobretodo divirtiéndome.

Esa fue la clave en aquellos meses, y es la razón por la que decidí ponerle el nombre y esos colores a este blog. El nombre de 4 Mijl en alusión a aquella carrera y los colores negro, verde y blanco por el Groningen Atletiek. Ambos hechos me brindaron la posibilidad de conocer a grandes personas y de pasar grandes momentos tales como:

  • Ganar mi primera y única carrera. De carácter exclusivamente universitario y dentro de un campeonato con varias carreras, sólo participé en una y la gané fácilmente. Premio: ser el primero en elegir una manzana de la cesta.

  • Competir mi primer cross, con clavos, mis primeros y únicos clavos. Preferí gastarme la pasta en dichos clavos que en una excursión con más Erasmus a Bremen (Alemania)

  • Entrenar llueva o nieve y haga poco viento, mucho viento, o un huracán.

  • Disfrutar de nuevos sitios de entreno casi cada día.

En definitiva, que tengo un gran recuerdo de aquellos meses, que tanto en lo atlético como en lo personal ,estuvieron llenos de satisfacción, disfrute y felicidad. Y esos son los principios con los que he querido volver a correr y quien sabe si volver a disfrutar las 4 Mijl van Gronigen.

Espero que no se os haya hecho muy pesado este culebrón, pero tenía ganas de contaroslo. Saludos.

Fotos en orden de aparición: Uniforme del Groningen Atletiek y que en ocasiones luzco, Jos Richie entrenando con algunas colegas, y por último vista el parque de Standspark y sus pistas.

jueves, 6 de enero de 2011

¿Por qué 4 Mijl Project? (2/3)

... El mismo día recibo un mail de Ger Ettes, me quiere conocer. Me presento en su despacho, descubro a un hombre que rondará los 40 años, con un aspecto algo descuidado (en Holanda las apariencias no son tan importantes como aquí). Me cuenta que la universidad presenta 3 o 5 equipos (no lo recuerdo) a la carrera y que ha habido una baja de una chica, que tratará de cambiar su inscripción por la mía. Me pregunta que en cuánto estimo hacer la carrera. Sinceramente yo no tenía ni idea de cuánto eran 4 millas, ni lo había pensado, igualmente llevaba allí casi 1 mes, había entrenado de aquella manera, ni una serie, sin hacer rodajes de calidad, y encima comía regular. El caso es que fui cauto y le dije que quizás a 3'50”/km como muy rápido.

Nuestro encuentro fue breve, y el resto de comunicaciones fue vía correo electróncio, para preguntarme algún dato y para que me pasase a recoger el dorsal y la camiseta que debía llevar: una de algodón y manga corta con el logo de la universidad.

Llega el día de la carrera, que finaliza en el centro, donde yo vivía. Para ir hasta la salida disponen de una serie de autobuses en la estación de tren. Ese es el punto de encuentro de la Hanzehogeschool. Allí vuelvo a ver a Ger, que me presenta a mis compañeros de equipo. Eran dos chicos y dos chicas, provistos de pantalón de chandall y poca pinta de deportistas, al menos de atletismo. Me presento y poco más, no hay mayor comunicación.

Llegamos a la zona de salida, faltaban como 30 minutos para comenzar y veo que mis compañeros no tienen intención de moverse, es más, los dos chicos sacan su cajetilla para fumarse un cigarrito. Les digo que me voy al servicio y desaparezco, no les volví a ver. Trato de calentar un poco, cosa complicada, ya que había gente por todos lados, es difícil correr con continuidad además la gente se agolpa ya junto a las jaulas de salida, así que me dirijo hacia ella.

Primero salía la élite y la gente con marca acreditada, y dos minutos después nos tocaba a nosotros, todos íbamos con chip. Trato de ganar posiciones a base de codazos, pisotones y decir “sorry”, recibí a cambio palabras que no entendía, así que usaba el tan socorrido y español: “tus muertos por si acaso”.

Se da la salida y salgo con fluidez. ¿Iba rápido, lento? Creo que rápido, veo que a mi lado van una serie de fieras super esbeltas y fibrosas, así que bajo algo el pistón. Dentro de la primera milla veo que me pasa un atleta que se me queda mirando, le miro y observo que lleva la misma camiseta que yo, le saludo con el pulgar para arriba y no me dice nada, sigue para delante.

Finalicé la prueba, sabía que iba rápido, pero no cómo de veloz, además se podía decir que no lo di todo. La prueba era llana, había que pasar simplemente un puente sobre las vías del tren y al final un pequeño repecho muy ligero, nada duro. Tiempo final: 23'15”, media: 3'37” el kilómetro. Debo reseñar que la media no la supe hasta llegar a casa, tirando de calculadora. Por cierto 4 millas son unos 6,43 kilómetros.

Con estas me presento a una fiestecilla pos-carrera con la gente de la universidad. Me acerco a Ger, que por allí andaba, le digo mi marca y se queda sorprendido. Me dice que por qué no le dije que podía ir tan rápido, y le digo la verdad, ni yo sabía lo “bien” que estaba. Me comenta que con esa marca me debía haber puesto en el primer equipo, donde estaba el jamelgo que me pasó al principio de la prueba, y que entonces hubiesen mejorado mucho la clasificación del equipo universitario. De hecho mi actuación es retratada en el periódico de la Hanzehogeschool, como se puede observar en la foto de cabecera de este segundo episodio de la historia.

Un par de días más tarde me pesé, y estaba en 67kg, nunca pesé tampoco y eso que me subí a la báscula con ropa. Las razones: echar mucho de menos la comida de la “mámá”, comer bastante sano y poco e ir en bicicleta a todos lados.

Por cierto, tras la fiesta Ger me comenta que vaya a verle durante la semana, ¿para qué? Eso os lo cuento más adelante.

Continuará

Fotos en orden de aparición: Portada del periódico universitario del 16/10/2003, la siguientes son los atletas en cabeza de la edición de 2010, la otra es una vista general de la prueba, desconozco el año.



martes, 4 de enero de 2011

¿Por qué 4 Mijl Project? (1/3)

Hacia tiempo, mucho tiempo, que quería explicar el porqué del nombre de este blog. Pero siempre por una cosa u otra me sentaba a escribir de temas “mas actuales”, cosas del día a día que tenía frescas y quería contar, lo otro siempre quedaba en un segundo plano.

Pues bien, de hoy no pasa que comience a explicar un poco de esta historia, y digo bien, historia, ya que nos debemos remontar al año 2003 para buscar el origen de este nombre.

En ese año finalizo mis estudios universitarios, pero siempre había tenido la ilusión de complementar mi formación con una experiencia internacional Erasmus y mejorar mi nivel de inglés. Irse a las islas británicas era harto complicado, así que me aconsejan buscar alternativas en otros paises donde las clases igualmente se impartieran en inglés. Entre las escasas opciones me gustó el nombre de Groningen (Holanda). Sin darle muchas más vueltas solicité plaza en su universidad y la obtuve.

Pues ya era septiembre y cojo el avión con rumbo a Schipol, aeropuerto de Amsterdam, y posteriormente en tren hasta Groningen. Tras unos primeros días de enorme trajín y dar muchos palos de ciego, llega una jornada de calma que dedico a buscar una bicicleta (de segunda mano que aún conservo) y a salir por fin a correr.

Correr allí fue algo que realmente me llenaba de vida. Por aquella época yo estaba bastante bien físicamente, rodaba con facilidad a 4 minutos el kilómetro y tenía un peso cercano a 70kg para mi 1'75 de altura. Por supuesto salía a correr para mantener el tipo, pero sobretodo y ante todo por conocer la ciudad, sus caminos, sus calles. Era como una aventura turística diaria. Conocía canales, iglesias, edificios y casas de arquitectura peculiar, así como la ubicación de sitios que podían ser de interés (supermercados, bancos, farmacias), preciosos paisajes...

Así fue todo durante el primer mes. Salía a rodar en plan explorador, casi no ponía el crono y luego a duras penas sabía qué distancia había recorrido. No existía Google Earth, ni Maps ni nada de eso, me guiaba por otra web llamada Maporama, pero claro tampoco me sabía el nombre de las calles, y en muchas ocasiones usaba carriles bici o de tierra que no aparecían en dicha web.

Al poco de llegar allí veo carteles anunciando una prueba atlética: 4 Mijl van Groningen, las 4 Millas de Groningen. Leyendo por Internet veo que es una prueba de prestigio en Holanda, que atrae a atletas internacionales a la par que congrega a muchísimos atletas populares. Posteriormente veo ese mismo cartel dentro de las instalaciones de la universidad, creo que no he dicho el nombre de la misma, voy a ello, pero hay que respirar antes. El nombre es: Hanzehogeschool. Comienzo a pensar que exista un equipo universitario o algo así. Consulto a mi tutora, Jan Kets, y toma nota diciéndome que un tal Ger Ettes es el que gestiona el tema, que hablará con él.

Ger Ettes se convertirá en una persona muy importante en esta historia, y con la que ha día de hoy mantengo un gran amistad tras unos grandes 5 meses en Holanda. Pero eso será cuestión de contarlo en la próxima entrega.

Continuará...

Fotos en orden de aparición: Estación de tren, canal cercano a mi domicilio, carril bici por el que solía entrenar y mi residencia.

sábado, 1 de enero de 2011

¡Feliz 2011! Y balance 2010

En primer lugar desearos a todos lo mejor para este año recién estrenado, lleno de kilómetros, satisfacciones y objetivos cumplidos.

Me tomo estas líneas, también, para hacer un breve balance del ejercicio que acaba de cerrarse. En la primera parte del año la clave de los entrenamientos era disfrutar, ponerme en forma y perder peso. Pero esto del deporte tiene algo que engancha y te hace superarte, y sin darte cuenta te autoexiges, te pones retos y vas a más.

Ese primer paso fue volver a competir, sin presión, disfrutando y sin sufrir. Algo que también propició esta acción fue el hecho de que 1 o 2 veces a la semana buscaba entrenar con mi hermano y un amigo común (todos exatletas y excompañeros del mismo club), y ya se sabe, al ir con compañía se mejora. Con ellos me animé a participar en cuatro pruebas del circuito de Carreras Populares del Instituto Municipal de Deportes de Sevilla. Entrenando 3 o 4 días por semana, y básicamente rodando entre 8 y 12 kilómetros, siempre iba rascando segundos en dichas pruebas.

Antes del parón del verano se produjo un punto de inflexión importante. Las carreras de Carmona y sobretodo la del Polígono PISA (Mairena del Aljarafe). Estas pruebas cortas, de entre 7,5 y 6 kilómetros me dieron alas. Los ritmos medios fueron de 4'05” y 4'04” respectivamente, rápidos, muy rápidos. Aunque aún lejos de mi nivel de antaño, me sorprendió notablemente mi mejora en pocos meses, y sin quererlo la mente ya comenzaba a elucubrar. De hecho en el PISA ya salí con la intención de ir a por marca y dispuesto a asumir el sufrimiento.

Me paso el verano, tras un par de semanas de parón total, rodando muy tranquilo, 3 días por semana, 12 kilómetros a 5'00 o más. Esto me ayudó a perder algo más de peso. La vuelta de las vacaciones me sorprende en lo laboral con un despido inesperado y que te deja bloqueado moralmente un tiempo. Afortunadamente no paré de correr y correr, era y es mi vía de escape, de abstracción y evasión.

Con un panorama con tiempo libre por todas partes comienzo a entrenar 5 días por semana y pronto empiezo a pensar en objetivos. Miré el calendario y vi en noviembre la Media Maratón de Córdoba. Decido participar en ella, con el trasfondo de la vez anterior que la competí, en 2002, que fue mi debut en la distancia y obtuve mi mejor marca, irrepetible.

Me marco como objetivos de la temporada bajar de 1h30m en la media maratón, y bajar de 40m en los 10.000m. En Córdoba voy con mucha cautela, con la intención de hacerla a 4'30”, me sorprendo a mi mismo y finalizo con 1h31m, cerca del objetivo. Gano motivación e intensifico los entrenos, afinando con series y miro hacia la Media Maratón de Ayamonte, ya en 2011.

Ahora me encuentro más comprometido de lo que esperaba hará cosa de un año. Los resultados y las ilusiones me avalan. Sé que llegar a mi nivel de 2003, 2004 o 2005 es extraordinariamente complicado, ni me lo planteo. Pero por ahora fijarme estas metas “accesibles” por temporadas están funcionando para mantener la chispa por correr bien encendida.