No entraré en muchos detalles, por no decir ninguno, pero le
tenía muchas ganas a esta carrera. La tenía marcada en el calendario desde el
año pasado. No es una prueba que me llene especialmente, por pistas agrícolas,
con cuestas…, pero es la carrera del pueblo,
y hay que dar el do de pecho en casa, en mi nueva casa.
Ese era mi objetivo principal, luchar por ser el primer
local del cross, lo que en sí implica dejarse la piel y hacer una buena
carrera. Es por eso que la preparación, tras la maratón, ha estado centrada en
esta prueba, en ganar velocidad y perder algo de fondo.
Sin mucha más dilación os cuento lo ocurrido en el día
marcado. Me voy con el tiempo justo a Esquivel, ya había recogido el dorsal
días antes, además es fácil aparcar. Casi vestido de casa, tras dejar el coche,
empiezo a calentar, cruzándome con distintos atletas, lo que me sirve para ir
viendo ya el percal.
Esta prueba no se caracteriza por tener un gran número de
participantes, lo que viene además potenciado por no haber una excesiva labor
de difusión detrás. Igualmente el día 6 de abril se disputan varias pruebas en
la provincia, por no decir demasiadas. Así a bote pronto recuerdo: Bormujos,
Gelves, Polígono Sur y Salteras. También la MM de la
Cal y el Olivo, la de Mérida, y la de Málaga. Y creo que
había también un duatlon en La
Algaba, amén de alguna prueba de trail no muy lejos. Vamos,
que había variedad donde elegir, lo que sería un punto fundamental en este día.
El calentamiento me sirve para ver que no hay grandes galgos,
conocidos, en la prueba. Me coloco sin problemas, como siempre en la primera
fila de la salida y empieza la cháchara y las miradas de soslayo. Ya veo alguna
cara conocida, algún atleta con buena pinta, aunque esto es muy engañoso.
Charlo con un amigo del CA Gerena y le digo que hay 3 o 4 que corren más que yo
seguro, aparte de la sorpresas y los tapados, pero que mi objetivo es ser 1º
local.
Esa será mi premisa, y con éstas se da el tiro. Pronto dos
de los atletas que vaticinaba iban a marcar la pauta se ponen en cabeza, luego
un grupeto, y un segundo desde el que observo. Es sólo el primer kilómetro, y
aunque puede/debe ser el más rápido, ya que es asfalto y favorable, voy
vigilando “mi tema”. En el grupeto perseguidor va un atleta del CA Esquivel y
hago un miniesfuerzo para alcanzarlos.
Salimos a campo abierto, así discurre el 95% de la prueba,
descendemos por una rampa que a la vuelta será dolorosa. Aunque seguimos en el
primer kilómetro la cosa se empieza a aclarar en cabeza. Ya son sólo tres los
destacados, aunque van en solitario, y luego dos atletas, a los que me uno. Se
trata de un veterano B, y un segundo atleta que tiene toda la pinta de estar
haciendo el mil de su vida, pero que no sabe que le quedan aún nueve más.
Sigo con mi marcha, he dejado ligeramente atrás al atleta de
Esquivel, y me coloco cuarto, con el veterano B a la zaga. Tengo claro mi
objetivo, y aunque es complicado ir con un ritmo estable aquí, me voy fijando
en mis sensaciones y en el Garmin para no pasarme de rosca.
No hay mucho más que contar, sinceramente. De una manera muy
paulatina voy abriendo brecha, con mi ritmo. El veterano B ha cedido, el de
Esquivel se me aproxima, pero luego se aleja. El punto clave fue el K4, en el
que hay más repechos. No son duros, pero sí continuos. Pese a que no soy un amante
de las cuestas, el hecho es que les noto alejarse y les siento jadear, lo que me
da la seguridad de que mi objetivo está cumplido.
Una preocupación que llevaba en la cabeza era cómo iban a
estar los caminos. Las lluvias de los días precedentes los podían haber dejado
algo impracticables. Pero sin embargo no estaban mal, aunque hubo puntos en los
que tuve que saltar o alargar trazadas para no meterme en charcos o barrizales.
Vamos a llegar al ecuador de la prueba, y como me veo con el
trabajo hecho, el cerebro empieza a pensar en otras cosas. Es cuando me percato
que el que va segundo, a buen seguro, es veterano, lo que me convertiría en 3º
senior. Sí, en esta prueba aún soy senior. Esto me hace mirar mucho para atrás,
quizá demasiado.
Por el retrovisor veo un grupo de diversos atletas, a veces comanda
uno, a veces otro. Lo que creí que iba a ser una placentera vuelta a Esquivel,
se convierte en un periplo un pelo agónico. Sinceramente no sé si se me
acercaban o no, pero yo tenía la sensación de que venían como lobos. Así que a
seguir tirando.
Llega el final del K6 y principio del K7 una rampa curiosa. Punto
clave de la prueba. La subo al tran tran, y nada más llegar arriba vuelvo a
darle fuerte. En cada giro miraba atrás, ¡qué suplicio1 Llaneo, desciendo rápido
y ya sólo quedan poco más de 2K, que hago con lo que me queda. Es una larga
recta en la que se puede ver perfectamente a los tres primeros, cada uno en su
isla, como yo, supongo que con mis mismos temores e ilusiones, aunque el
primero iba sobradísimo. Esquivel, en su cerro, al fondo.
Llegamos al último repecho, el que te da acceso a la
pedanía, estoy tieso. Justo arriba, cuando se vuelve a pisar asfalto, una
mujer me dice –¡vas cuarto y solo!, ¡vas
cuarto y solo! Penúltima mirada atrás. Efectivamente, hizo falta que alguien
me lo dijera para que viese que el siguiente andaba lejos, bastante además. El
breve callejeo por Esquivel lo hago lento, exhausto. Afronto la recta final
entre aplausos, que correspondo, no sin antes echar un último vistazo atrás
lleno de desconfianza. Nadie, no venía nadie.
Cruzo la meta y me leen el dorsal. Le digo, ¿tú controlas el tema local?. Me
responde que
no y me indica quien lo hace. Sigo caminando, llego a la altura
de un señor y le digo, yo soy local. Me pregunta si soy del Club Esquivel, le
digo que no, pero que soy de Alcalá. ¿Vale?,
me dice que sí. Pues eso, que vale, que luego vienen los rollos. Doy dos pasos
y me dan el ticket del cronometraje y sorpresa, no soy 3º senior, sino 2º.
Según parece el 2º de la prueba, como ya barruntaba, y el 3º, ambos dos, eran
veteranos. Así que el ganador y yo somos senior. No quepo en mí de gozo.
Meta, en plan mono borracho |
Con estas llega el 5º en la prueba. Le doy la mano, viene
también ahogado. Le pregunto si es senior, me dice que sí, y le comento que
entonces es 3º. Incrédulo lee su ticket y me abraza. Creo que este también es
del club “ganamos poco, no, menos todavía”.
Podium Senior Masculino |
Ahora tocaba disfrutar de Samuel, quién iba a debutar aquí.
Aunque la verdad él no era para nada consciente. Estuvimos jugando con otros
niños, en los columpios y comiendo gusanitos, correteando de un lado para otro.
Hasta que nos da por ponerle un papelote en el pecho, diría él, y lo ponemos en
una fila con otros niños. Un tío, mediante un silbato, da la salida y todos
salen disparados. Todos menos Samuel que, creo que se asusta, y quiere que le
coja en brazos. Consigo que arranque a caminar, un leve trotecillo, pero se
para. Al final termina la prueba llevando a Greta y con mamá y papá a los
flancos, paseando, entrando en meta todos juntos entre aplausos. ¡¿Qué mejor
debut?!
Salida "Peques" |
Quiero dedicar esta entrada a todos esos atletas, entre los que me incluyo, que se
entrenan para superarse a sí mismos. Cuya motivación es ganar un segundo en una
prueba. Con el trabajo diario y una pizca de suerte, que también hay que
tenerla, los éxitos llegan, ya sea en forma de marcas personales, copas o
diplomas. La clave están en disfrutar del camino, lo otro ya vendrá o no. La
gran mayoría de nosotros no estamos entrenadospara luchar por victorias ni podiums, nos enfrentamos a nosotros mismos cada
vez que arrancamos un entrenamiento, ahí está nuestro disfrute y nuestro
triunfo. Lo demás es superfluo, un añadido. Indudablemente mola subir al
podium, recibir un trofeo, no lo niego. Pero me siento más satisfecho de mi
última MM de Córdoba, o de la última maratón.
Piano piano si va lontano |