viernes, 28 de junio de 2013

Crónicas sprint. Febrero-Junio 2013.


Como habréis percibido, o quizás no, llevo muchos meses sin actualizar blog. La razón principal, aderezada con algo de pereza, ha sido simple y llanamente el no tener Internet en la nueva casa. He estado casi sin 3 meses sin él, por diversos motivos, pero bueno eso ya es historia.



Desde la Maratón de Sevilla no escribo nada y han pasado muchas cosas (carreras), así que voy a tratar de resumirlas todas, muy brevemente, en este capítulo. Lo haré de manera cronológica.



V Cross Esquivel

Descendiendo a 3K de meta.

Chasco grande me llevé aquí. Tras la maratón me había costado relativamente poco coger la velocidad perdida con la preparación de los 42.195m. La de Esquivel es “la carrera de casa”, y más ahora que soy ya Alcalareño (del río). Sin embargo la cosa no fue bien.



Falta de tono muscular sería la frase técnica. Ya en el primer kilómetro me doy cuenta que las piernas no van sueltas. Además hacía algo de viento, como el año pasado. Mi objetivo era bajar marca, cosa que a priori pensaba que iba  a ser fácil. Pero las circunstancias no fueron buenas. La razón pudo venir del lunes previo, donde hice un entreno muy bueno y muy duro que me dejó tocado. No pude recuperar, pese a que el resto de la semana fue muy ligera. Creo que me penalizó.



Además pretendía que Samuel debutase en esta carrera. Tuve que volver a por él a Alcalá tras mi carrera y cuando llegamos a Esquivel ya se había disputado su prueba. Afortunadamente disfrutamos de una buen jornada en los columpios y jugando con otros pequeñajos.



Por último reseñar que me llevé un pequeño chasco/enfado/desilusión con la organización por un tema “local”. Pero eso me lo quedo para mí.





Carrera Popular Nervión-San Pablo
A tope antes de entrar en las pistas de San Pablo



Llegaba muy bien a esta prueba. La semana previa había transcurrido bien e iba a más tras la maratón. Sin embargo mi chica tuvo que trabajar el domingo por la mañana de improviso, así que tuve que llevar bien temprano a Samuel con mis padres, que viven muy cerca de las pistas de San Pablo, antes de la carrera. Problema de los papis primerizos, vas ajustadísimo de tiempo. Tanto es así, que a 9 minutos del inicio de la prueba aún estoy en casa de mis padres, ni me puse las medias de compresión, más que calentar me lleve un calentón y encima salí muy atrás.



Todo ello dilapidó mis posibilidades. El ritmo al inicio no fue malo pero corrí mucho haciendo zigzag y cambiando de ritmo. Hasta el K2 no pude rodar limpiamente. Pasaba y pasaba atletas hasta que dejas de hacerlo y ves al fondo un buen grupo, en ese grupo es en el que deberías y te gustaría ir, de haber salido bien.



Estuve 3K solo, luchando contra el viento lateral. Pasamos el Puente de Carretera Carmona y es la hora de echar el resto. Me pasan dos atletas que van como “picaos”, me uno a ellos y marco un sorprendente 2.000 final en 3:39 y 3:27, lo que atestigua que estaba bien y que había perdido una gran oportunidad.





Carrera Popular Distrito Triana

Meta, sin cambio ni reacción.

Llego a esta carrera en un estado de forma espectacular. Los entrenos previos han sido muy, muy bueno y salgo con un optimismo quizás excesivo. En los primeros metros me acoplo a dos atletas con los marco incluso dos kilómetros a 3:37, decido dejarlos ir, van demasiado rápido.



Busco mi paso y en el K7 voy a 3:41 de media, brutal me digo. Soy sincero, iba sufriendo pero con la intención de darlo todo en el los dos últimos kilómetros. Pero no pudo ser así. Bajé un escalón el ritmo y me quedé sin reacción. Afortunadamente no me hundí, pero desapareció la chispa y con ella la marca. Tiempo final 37:35. Mi objetivo era bajar de 37:30, en estas pruebas de distrito del IMD.



Sin duda esta fue la oportunidad perdida, me pasé un pelo al inicio y lo pagué al final.





Carrera Popular Distrito Sur

Perdido en "La Palmera".

Sólo dos semanas entre las carreras y veo que en los entrenos cumplo pero ya con más problemas. El cuerpo me manda señales de que no me va a dar más, así que a aprovechar lo que hay. Además una semana antes me aparece una molestia entre el empeine y el inicio de la pantorrilla que complica las cosas. Añadir que esta carrera ya presenta algo de calor y un ligero viento.



Tengo la fortuna de encontrar a dos compañeros de viaje excepcionales. Dos atletas del Club La Antorcha que iban a su rollo y yo cual lapa detrás, ni se quejaron, ni me pidieron relevo (lo habría dado). Fueron muy generosos. Íbamos a 3’43” casi clavados (según Garmin) y pienso en llegar con ellos hasta meta. Pero de nuevo me llegó un bajón, esta vez muy serio, antes del K8. Además de físicamente, creo que también mentalmente me vine algo abajo. Se me va el ritmo.



Antes del último kilómetro me llega por detrás un atleta joven, ya me había pasado mucha gente, y en vez de seguir para delante se me pone a hablar. La verdad es que me molesta un poco, yo iba encabronado, mosqueado. Llega el último mil, y para ver si me deja en paz y por amor propio cambio el ritmo. Sorprendentemente vuelvo al ritmo de 3:44, ¡vaya!,  y termino fuerte, aunque lejos del objetivo global. Cabreo doble.





Carrera Villa de Arriate

Calentando, o más bien probando el tobillo


Suelo hacer caso al cuerpo, y ya busco una prueba para dar por finalizada la temporada con una sonrisa. Últimamente termino en Carmona, pero esta vez otros compromisos no me permitían asistir. Así que hago un sondeo algo irracional del calendario y me apunto en una carrera “trail” de 23K en Arriate (Málaga) junto a Ronda.



Digo lo de irracional porque si llevas meses trabajando 10miles, llanos, con mucha velocidad, pues meterte en un prueba de 23K y con cuestas no es lo mejor. Además trail, con pedruscos, cuestas con desniveles muy importantes... no es lo mejor para mi maltrecho tobillo que seguía quejándose y mucho. Pero me apetecía y allá que nos fuimos, con la inestimable complicidad de José Luís Olivares, que me hizo las veces de anfitrión.

Antes de la salida, ¿parecemos trail-runners y todo? ;-)



Me lo tomo en plan totalmente recreativo, aunque me conozco, y por si las moscas salgo a cola del pelotón haciendo los primeros metros caminando, dada la estrechez de las calles, y de charleta con José Luís. Ya a los 500m, cuando se podía correr, nos despedimos hasta meta.



Apenas calenté, simplemente troté un poco para hacerme a la idea de cuánto me podía hacer sufrir el tobillo hoy. En llano, no iba la cosa mal, y subiendo tan poco. Pero bajando…buff, horrible a la par que frustrante, ya que era donde te querías lanzar para correr rápido y extender la zancada para descongestionar musculatura de las subidas,  ...me dolía y mucho, es más, me dolían otras partes de la pierna, supongo que de pisar mal para evitar el dolor del tobillo.



Me pasé tres cuartos de la carrera adelantando a gente. Hasta el K17, que era donde la carrera se ponía seria y bonita. Yo llevaba unas zapatillas trail, pero hasta ese punto creo que eran un estorbo más que una ayuda. Aunque la carrera discurría por el campo, con cuestas (algunas que subí caminando) y preciosos paisajes, el terreno era mayoritariamente asfalto o cemento. Sin embargo en este punto la cosa cambiaría radicalmente. 

Primero había una cuesta abajo con piedras grandes donde bajar fue un suplicio extremo para mi tobillo. Decidí descender caminando, me dolía mucho. Pero pronto desaparecería la molestia dado lo que estaba por venir. Nos metemos paralelos a un arroyo, que cruzaremos dos veces, y por fin aquello se convertía en algo divertido. Una senda estrechísima, sólo cabe un atleta, rodeado de muchísima vegetación, bosque en galería, helechos y con el sonido del arroyo siempre de fondo, espectacular. Disfruté muchísimo de este tramo, de unos 5 kilómetros, lo mejor sin duda.

Saliendo del tramo bonito y volviendo a Arriate.

Terminé contento, con una generosa y tranquila ducha, un apetecible almuerzo en compañía del anfitrión y además un masaje de descarga. ¿¡Qué más se puede pedir para finalizar una temporada!? ¡Ah sí! Una mochila para que “la parte contratante” no se “mosqué”.

Mochilas en negro hombretón y en lila guapetón.



PD: Gracias por las fotos a Sandra Sánchez, Pepito "Jartible" y  Ana M. Morales