Pero creo que sí hay algo reseñable que quizás os sea de interés. En mi época anterior, con el C.A. Grupo 10, solía competir con mucha asiduidad, o al menos iba a muchas carreras. Digo ésto porque en ocasiones no competía al 100% y sí acompañaba a algún compañero de club, generalmente féminas, en la consecución de algún objetivo.
Aunque de ello ya ha transcurrido mucho tiempo, la verdad es que en ocasiones siento la necesidad de clavar los imperdibles en la camiseta y compartir kilómetros rodeado de multitud de atletas, pero sin apreturas ¡eh!
Pero actualmente con las miras puestas en la prueba lusa, competir y salirse de la planificación tiene algunos riesgos y de hacerse se debe tener muy claro hasta donde llegar. Así que con la idea de matar el gusanillo de dorsal y que ello fuese a la par positivo en la consecución del objetivo final, me he puesto en la linea de salida en dos ocasiones en el presente mes de septiembre.
La primera vez fue en la Nocturna de La Algaba, que no había disputado nunca. La verdad es que me apunté a ultimisima hora, ya que no me llegó mucha publicidad de la carrera. Prueba de 9.500m, llanos y que me venía al dedillo para mi entreno del viernes que eran 10K a ritmo objetivo de la media. Todo salió redondo, me coloqué en medio del pelotón en la salida, para no pasarme de rosca al inicio, y ya desde el primer kilómetro cogí el ritmo. Sensaciones geniales, de ir muy fluido, fácil y relativamente cómodo. Como empecé atrás fui pasando atletas todo el rato, que siempre ayuda. El ritmo medio fue de 3'55”, con la sensación de poder seguir y seguir mucho tiempo más.
El pueblo estaba echado a la calle y te animaba sin parar, choqué las palmas de muchos niños que animaban por las esquinas y se recibían aplausos por doquier, todo genial. Por mi parte un pero, y es que en determinados puntos, y dado que era una prueba nocturna, la iluminación era escasa. Al no ir a tope tampoco necesité avituallamiento líquido, pero el que había estaba mal situado y creo que demasiado tarde. Además escuché que los últimos atletas se quedaron sin agua en meta, no sé si es cierto.
La otra prueba fue un clásico, al menos para mí, la carrera en Albaida del Aljarafe. He disputado esta carrera 5 o 6 veces, con 3 trayectos distintos. Incluso en 2004 fui 3er Senior A. Pero en esta ocasión el ir hasta allí no era para competir, sino para ayudar a un amigo a hacer su carrera y simultáneamente hacerme yo un rodaje regenerativo. Los 7.200m de la prueba los hicimos a 5'12”, así que mi compañero José Luis Olivares, del Club Marathon Mairena, complió su objetivo y yo “regeneré” convenientemente. Además aproveché y me llevé a Tula, que nos hizo de escudera todo el rato.
Ya no creo que me vuelva a poner el dorsal hasta el 9 de octubre, que es cuando toca. Queda muy poco y ya pasé los más duro de la preparación, ahora es tiempo de “deskilometrar” y cuidarse, más si cabe, para no hacer nada mal y no cagarla.
Os tendré al tanto...Saludos.