Me tomo estas líneas, también, para hacer un breve balance del ejercicio que acaba de cerrarse. En la primera parte del año la clave de los entrenamientos era disfrutar, ponerme en forma y perder peso. Pero esto del deporte tiene algo que engancha y te hace superarte, y sin darte cuenta te autoexiges, te pones retos y vas a más.
Ese primer paso fue volver a competir, sin presión, disfrutando y sin sufrir. Algo que también propició esta acción fue el hecho de que 1 o 2 veces a la semana buscaba entrenar con mi hermano y un amigo común (todos exatletas y excompañeros del mismo club), y ya se sabe, al ir con compañía se mejora. Con ellos me animé a participar en cuatro pruebas del circuito de Carreras Populares del Instituto Municipal de Deportes de Sevilla. Entrenando 3 o 4 días por semana, y básicamente rodando entre 8 y 12 kilómetros, siempre iba rascando segundos en dichas pruebas.
Antes del parón del verano se produjo un punto de inflexión importante. Las carreras de Carmona y sobretodo la del Polígono PISA (Mairena del Aljarafe). Estas pruebas cortas, de entre 7,5 y 6 kilómetros me dieron alas. Los ritmos medios fueron de 4'05” y 4'04” respectivamente, rápidos, muy rápidos. Aunque aún lejos de mi nivel de antaño, me sorprendió notablemente mi mejora en pocos meses, y sin quererlo la mente ya comenzaba a elucubrar. De hecho en el PISA ya salí con la intención de ir a por marca y dispuesto a asumir el sufrimiento.
Me paso el verano, tras un par de semanas de parón total, rodando muy tranquilo, 3 días por semana, 12 kilómetros a 5'00 o más. Esto me ayudó a perder algo más de peso. La vuelta de las vacaciones me sorprende en lo laboral con un despido inesperado y que te deja bloqueado moralmente un tiempo. Afortunadamente no paré de correr y correr, era y es mi vía de escape, de abstracción y evasión.
Con un panorama con tiempo libre por todas partes comienzo a entrenar 5 días por semana y pronto empiezo a pensar en objetivos. Miré el calendario y vi en noviembre la Media Maratón de Córdoba. Decido participar en ella, con el trasfondo de la vez anterior que la competí, en 2002, que fue mi debut en la distancia y obtuve mi mejor marca, irrepetible.
Me marco como objetivos de la temporada bajar de 1h30m en la media maratón, y bajar de 40m en los 10.000m. En Córdoba voy con mucha cautela, con la intención de hacerla a 4'30”, me sorprendo a mi mismo y finalizo con 1h31m, cerca del objetivo. Gano motivación e intensifico los entrenos, afinando con series y miro hacia la Media Maratón de Ayamonte, ya en 2011.
Ahora me encuentro más comprometido de lo que esperaba hará cosa de un año. Los resultados y las ilusiones me avalan. Sé que llegar a mi nivel de 2003, 2004 o 2005 es extraordinariamente complicado, ni me lo planteo. Pero por ahora fijarme estas metas “accesibles” por temporadas están funcionando para mantener la chispa por correr bien encendida.
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