No soy un obseso del peso pero sí soy minucioso a la hora de pasar por la báscula. Quiero decir, no me peso un día por la mañana antes de desayunar y la próxima vez un día por la noche después de cenar y sin entrenar.
Es cierto que para que el hecho de pesarse te sirva para comparar debe ser en momentos similares y además en la misma báscula.
Como ya decía no soy un gran controlador del peso y esa circunstancia de homogeneidad de variables se dio antes de ayer y mi sorpresa es que en plenas navidades peso 74 Kg, 3 Kg menos que hace un mes.
Sin duda la subida en la exigencia de los entrenos se ha hecho notar, pero esta cifra gana aún más importancia dada las fechas navideñas en la que nos encontramos, en la que caer en excesos gastronómicos es sumamente sencillo...Voy a por una bolita de coco.
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