Seguro que los que sois asiduos a mi blog ya os habréis enterado por otras vías, pero por si acaso lo pregono aquí. Desde el 26 de noviembre soy el feliz padre de Samuel, que ha cambiado, para bien, la vida… y lo que me queda.
Ahora esta personita está todo el día entre tus manos o en tu mente, por lo que toca adaptarse a su paso, a su ritmo y todo lo demás pasa a un segundo plano. No quiero que se entienda ésto como una queja, ni muchísimo menos, pero todos los que ya han sido padres sé que me entenderán.
Samuel come, duerme, llora, defeca y orina (estamos en horario infantil) y vuelve a comer como buen bebé, sin problemas. Así que aún saco tiempo para atarme las zapatillas y entrenar. Sorprendentemente no estoy perdiendo forma, incluso diría que mejoro, pese a que sólo salgo 3 veces en semana, eso sí, siempre metiendo calidad.
Un hecho que quizás esté ayudando a que mi estado de forma no flaquee es que desde mediados de noviembre estoy enrolado en un curso del INEM para desempleados denominado “auxiliar de turismo ecuestre”. Ello me tiene ocupado todas las mañanas, y aunque penséis que un curso de esta índole es una milonga o una pachanguita, yo también lo pensaba, la verdad es que es muy duro. Yo nunca he realizado, por suerte o fortuna (jiji), trabajo físico, siempre he sido de traje y corbata. Ahora me han puesto las pilas y el trabajo es físico al 100%. Por un lado limpieza de cuadras (mierda por doquier), limpieza de caballos, carga de aperos, pienso, pacas de paja o heno... Aquí el tren superior y el tronco trabajan que no veas, creo incluso que estoy sacando músculo, yo que siempre he sido un tirillas. Y por otro lado estamos aprendiendo a montar a caballo, lo más divertido, pero no creáis que es un paseo. El simple hecho de estar sobre el caballo ya requiere un esfuerzo para mantener la posición (lumbares y abdomen a trabajar) y de los muslos (principalmente la cara interior) cuando se está en movimiento, ya sea al paso o al trote (aquí sí que tienes que trabajar con el muslamen para no salir volando). ¿Y cuándo te das cuenta? Cuando te bajas del caballo, que vas baldado.
Además dado el enclave de la finca donde se imparte el curso, a 1,5Km del inicio del tramo restringido de la Ruta del Agua, uno de mis sitios favoritos para entrenar y que es un tobogan permante, pues he metido un entreno semanal allí de entre 12 y 18K.
El caso es que mis entrenamientos no se resienten pese a que he bajado la cantidad de los mismos, algo estaremos haciendo bien. El objetivo actual es ir a la media maratón de Ayamonte a pasarlo bien y dedicarles los 21.097 metros a Verónica y a Samuel. En cuanto a marcas lo que tenga que venir vendrá, quiero disfrutar ya que en las dos últimas medias me quedó muy mal sabor de boca… Batir marca con respecto al año pasado lo veo fácil, bajar de 1h25m es deseable y factible…pero no quiero presiones. Lo dicho, a disfrutar y a tener en el pensamiento a la mami y al peque.
Seguiremos informando.
Feliz Año Nuevo, Inkel. Enhorabuena por tu paternidad, y suerte con tus entrenos y ese curso ecuestre. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Charlie, como ves soy un chico completito...
ResponderEliminarvaya, espero que te vaya ese curso mejor que me fue a mi..... saludosss
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ResponderEliminarThanks!
Mandie Hayes
mandie.hayes10@gmail.com