Es difícil comenzar hablar de esta carrera sin mirar de
reojo a la del año pasado, que fue un sueño, una sorpresa. Y eso lo hice yo
también antes de marchar para Carmona, en lo días previos, miré mi carrera del
2011 y ya vi que repetirlo iba a estar complicado.
Desde hace unas fechas se hace complicado entrenar a gusto,
con tranquilidad (trabajo nuevo, el peque) hay que unir la llegada del calor
(el año pasado también estuvo presente) y además un catarro que me tuvo con Paracetamol
hasta el miércoles y que aún arrastro aunque ya mi levemente.
Con todo esto en la cabeza y sabiendo que en el empedrado viario de Carmona es
conveniente guardar algo de ropa para “la cuesta del Parador Nacional” que se corona en el K4, y se
puede correr mucho en el tercio final, pues salí cauto.
Como ya dije había revisado mi carrera del año pasado en la
que pasé el primer mil a
3’35”, muy rápido, este año pasé a 3’41”…Da igual- me dije. En un par de
ocasiones me encontré taponado en las estrechas calles y exiguas aceras. En la
confusión inicial propia de los primeros kilómetros miro a mi alrededor y llevo a “Pastor” junto a mí. Es un
superveterano bien conocido en Sevilla, que pese a ser del municipio de La Campana pertenece al club
Gaia de Carmona, así que iba recogiendo vítores y aplausos zancada tras
zancada. Él es una buena referencia, ya que en las carreras siempre andamos uno
cerca del otro. Así que fui con él en la primera vuelta, unos 2.400m, y al
inicio de la vuelta grande.
Paso de la 1ª vuelta |
Pero al cruzar la
Puerta de Sevilla, inicio de lo duro, veo que comienza a
ceder. Yo aquí me puse en modo diesel total y empecé a subir de manera
constante, incluso pasé a algún atleta que iba ya con la cabeza gacha. Corono y
este año si me puedo deleitar con el espectacular paisaje que nace a tus
pies…impresionante.
Ahora se inicia el vertiginoso descenso. Este año llevo las
Adidas Adizero Tempo y no se notan ágiles en el empedrado, incluso trasmiten
cierta inseguridad. Comienzo a bajar y me tomo la primera fase a modo de
recuperación de la cuesta. Llevo dos atletas delante, muy cerca. Voy a su par,
a su ritmo, recuperando.
Al ir tras ellos me da tiempo a fijarme bien ellos. Son más
jóvenes que yo y con poderosos cuadriceps, me da que serán rápidos en un final
apretado. El descenso se vuelve más suave incluso se llanea un poco. Solo queda
un repecho, y como no quiero llegar con ellos, a falta de unos 1.500m lanzo un
ataque, a ver qué sale. Las piernas
responde muy bien y les dejo atrás. Tal es mi sorpresa que sigo con el empuje y
me digo: hasta meta. Paso a otro
atleta que me mira con cara desencajada y pongo el punto de mira en el
siguiente, uno del club Orippo que andaba bastante lejos.
El terreno vuelve a ser ligeramente favorable, aunque hay
algo de viento en contra, tiro y tiro. El chico del club Orippo mira atrás, y a
los 100m vuelve a mirar, y otra vez más. Es
mío. Sigo empujando. Giro de 180º que tomo abierto para no perder mucha
velocidad, le trinco fijo. Tanto es así que, sin haberlo rebasado aún, miro al
siguiente atleta, de Los Lentos de Torreblanca. Anda muy lejos pero me fijo en
él. Paso al del Orippo que no responde, incluso me anima, y recorto metros al
siguiente. Sé que es imposible cogerle pero sigo a ritmo vivo…
Dedicando la carrera a Samuel |
Ahora toca ponerse el chupe. Samuel está hoy aquí, y hay que
dedicarle la carrera al peque. Cruzo la meta con un promedio, según mi Garmin,
de 3’48”/Km, el año pasado fue de 3’45”/Km, y con la sensación de haber sido
demasiado cauto al inicio dado el extraordinario final que tuve en esta edición.
En cualquier caso contento, creo que hubiese firmado ese resultado antes de
comenzar la prueba.
Como anécdota decir que aunque el tiempo fue peor terminé el
47º de la general, mejor que el 2011, pero exactamente en la misma posición de
senior masculino, la 37ª.
Si al inicio de esta semana dudaba entre si tras Carmona
cortar la temporada o no (tengo dorsal para Dos Hermanas), ahora estoy seguro
de que alargaré hasta la nocturna nazarena. Señal de que algo positivo saqué
ayer de Carmona. Por cierto, un saludillo a Ángel "Illo" López... estás fuerte!!
Creí que le iba a hacer ilusión el plato conmemorativo pero admiraba más mi chupete |
Se te veía cansado, se nota que el peque tiene otros horarios algo incompatibles con los tuyos, jeje. ¡Buena carrera!
ResponderEliminarEs cierto que ahora es más complicado, pero aunque suene a tópico, compensa.
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